El camionero Pablo Moyano presentó su renuncia al cargo de co-secretario General de la CGT por “no coincidir con las definiciones de la mesa chica”. Su salida se produce luego de que el martes propusiera, sin éxito, profundizar las protestas contra el gobierno de ultraderecha del presidente Javier Milei.
Moyano, el número dos de Camioneros, ocupaba la conducción tripartita de la CGT con Héctor Daer (ATSA) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio). Lo hizo con una nota en la que argumenta discrepancias internas. Sin embargo, Camioneros no se retirará de la central obrera e incluso podría designar un reemplazante en la conducción.
“He tomado la decisión de renunciar a mi cargo como Co-Secretario General de la CGT al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada Mesa Chica”, explica brevemente la nota que lleva su firma y que fue dada a conocer por el portal InfoGremiales.
Moyano había pedido profundizar las protestas con un paro general o una movilización, sin embargo, la mayor parte de los dirigentes de la Mesa Chica lo descartó de plano: “No hay un clima apropiado para que una medida de fuerza pueda desarrollarse con éxito”, argumentó el secretario General de UPCN (Personal Civil de la Nación), Andrés Rodríguez, integrante del ala dialoguista de la CGT.
La salida de Moyano llega precedida por la renuncia del secretario Gremial de la CGT, Mario “Paco” Manrique (SMATA) y por una dura interna entre combativos y dialoguistas.
En el sector moderado de la CGT, con los “Gordos” e “independientes” a la cabeza, prefieren mantener tendidos los puentes con la Casa Rosada y observan un cambio de humor social en favor del gobierno. Mientras que el sector combativo busca frenar el plan económico y los avances sobre los ingresos y derechos de los trabajadores que impone el Ejecutivo.
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