La Fábrica Militar de Río Tercero, en su área metalmecánica, entregó 20 vagones reparados a nuevo a principios de enero de este año según lo establecido en el pliego de licitación de la empresa Belgrano Cargas y Logística S.A. Así lo informó ayer la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en un comunicado de prensa. Los operarios de la planta cordobesa siguieron trabajando pese al conflicto por los 25 despidos para cumplir con el contrato y poder conseguir un nuevo contrato por 20 vagones más. Su modo de protesta fue trabajar más para poner en evidencia la decisión del gobierno con el complejo militar-industrial.
LO + RELEVANTE. FABRICACIONES MILITARES RÍO TERCERO ENTREGÓ 20 VAGONES REPARADOS AL BELGRANO CARGAS. LOS TRABAJADORES RECLAMAN LA CONTINUIDAD DEL CONTRATO DE TRABAJO CON EL BELGRANO / EL GOBIERNO NACIONAL CERRÓ LA FÁBRICA DE PÓLVORA Y EXPLOSIVOS DE AZUL Y DESPIDIÓ OPERARIOS EN EL RESTO DEL COMPLEJO, EN UN PROCESO DE REDUCCIÓN DE LAS OPERACIONES.
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“Lo logramos pese a que la empresa no nos entregó en tiempo y forma los insumos necesarios para hacer nuestro trabajo; nos iban llegando de a poco. Lamentablemente hay una estrategia de vaciamiento, querían demostrar que no somos capaces de producir, que somos ineficientes, pero le hemos demostrado que es todo lo contrario”, le dijo a ENREDACCIÓN, el secretario Gremial de ATE Río Tercero, Damián Albornoz.
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De acuerdo a los informado por ATE, la Fábrica Militar de Río Tercero fue la única que cumplió con la fecha de entrega y tareas comprometidas en la licitación, haciéndolo por delante de compañías privadas que también efectuaron trabajos de reparación similares.
“Esto fue claramente un revés para los funcionarios del Gobierno Nacional. (…) Desde la intervención de FM del arquitecto Héctor Lostri hasta la actual, del ingeniero Luis Riva, quisieron dar muestras de que la caída de la facturación de la fábrica era el principal motivo para poner en marcha una política estratégica de vaciamiento y así avanzar con los despidos y la privatización de la empresa estatal, madre de la industria nacional”, asegura el comunicado de ATE.
La Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM) cerró la planta de pólvora y explosivos Fanazul, en la localidad bonaerense de Azul, con un saldo de 220 cesantías, y despidió trabajadores en el resto de las plantas, incluidas las cordobesas de Villa María y Río Tercero. También procura que los trabajadores contratados -la mayoría- acepten condiciones de trabajo y salariales flexibles.
“La entrega de la producción terminada, cumpliendo con los tiempos de entrega tal cual lo establecía el pliego licitatorio y con un excelente nivel de calidad de las reparaciones integrales como las requería el cliente (sistemas de frenos neumáticos nuevos, reparación de chasis, cajas y bogies -tren de ruedas-) marcó una diferencia sustancial con aquellas empresas de capital privado que también participaron del trabajo de reparación”, destacaron.
El gremio afirmó que “vamos a demostrar que le vamos a arrancar la voluntad política de devolvernos los niveles de producción y las unidad de negocio que nos quitaron. Las empresas estratégicas del Estado no se venden ni se negocian, reestructurar no es privatizar y modernizar no es despedir. Fabricaciones Militares tiene mucho para aportar en el desarrollo de la industria nacional”.
LA FÁBRICA MILITAR DE RÍO TERCERO.
En la FMRT hubo 29 despidos y luego fueron reincorporados 4 trabajadores. En total, trabajan en este momento 503 empleados. En 2015, la empresa ocupaba a 620 operarios. Mientras que a fines de los años ’80, la planta tuvo su pico de producción y ocupación con alrededor de 2 mil trabajadores. Las políticas de desguace del Estado durante la administración del presidente Carlos Menem dejaron a la fábrica en su mínima expresión.
“LLEGAMOS FACTURAR 82 MILLONES DE PESOS EN 2015”
El secretario Gremial de ATE Río Tercero, Damián Albornoz, asegura que en 2017 la FMRT facturó 10 millones de pesos. “Se cayeron todos los contratos, porque este gobierno no quiere desarrollos autónomos ni convenios Estado-Estado. Nosotros nos recuperamos desde 2003 con la producción pesada y estratégica y en 2015 facturamos 82 millones de pesos en la parte metal-mecánica. Empezamos con la reparación de vagones; se le sumaron trabajos a las Fuerzas Armadas, como coheteras que son de desarrollo propio; después se firmó un convenio con la mina de Rio Turbio, para la que hacíamos las estructuras de contención de los socavones; y en 2013 se firmó un convenio con INVAP, para que hiciéramos la parte mecánica de los radares meteorológicos y de control de frontera. Pero eso se terminó en 2015 y ha quedado sepultado porque el gobierno se los va a comprar a Israel y abandonar el desarrollo propio. Otro trabajo que tenía la FMRT son el de modernización de los cañones para el ejercito, esto comenzó a principios de 2015 y ahora no hay nada más. Mientras tanto, se dio el proceso de puesta en marcha del sector de producción de vagones nuevos, hicimos 9 vagones tolva de una totalidad de 50, producción que se cortó, lo mismo que una línea de vagones para transportar contenedores a partir de un convenio entre los ministerios de Transporte y Defensa del gobierno anterior. Esos vagones estaban destinados para el norte argentino, para el Belgrano cargas. Las nuevas autoridades decían que no existía el convenio, pero el convenio estaba, la inversión se hizo, y nosotros no dejamos que se desmonte nada”.
PROTESTA EN COSQUÍN
Trabajadores de las fábricas militares de Azul, Villa María y Río Tercero protestaron frente a la plaza Prospero Molina en el festival de folklore de Cosquín. Reclaman la reapertura de FANAZUL y el cese de los despidos en el resto de las plantas. Mientras que en la noche del domingo, Bruno Arias pidió desde el escenario Atahualpa Yupanqui, por la reapertura de la Fábrica Militar de Azul.
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