El gesto del efectivo de la Policía saludando con la venia a la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, introduce un factor de alto riesgo para las instituciones democráticas: la posibilidad de que comience a aparecer, a la par de la protesta de sectores de derecha política, una expresión de acompañamiento al interior de las fuerzas de seguridad y militares.
Puede parecer anecdótico y hasta “políticamente expresivo” para el ex senador nacional Federico Pinedo, pero no es un gesto republicano ni acorde al reglamento. Pinedo lo reprodujo a través de su cuenta de Twitter.
Las fuerzas de seguridad, como las de defensa exterior no pueden expresarse frente a un dirigente político como si fuera su autoridad en la cadena de mano. Incluso, más allá de que Bullrich lo fuera entre 2015 y 2019.
La venia es un saludo “militar” que expresa respeto a un superior. La ex ministra hoy no lo es. Por ese motivo se trata de una imagen peligrosa.
En Argentina, la derecha política y económica sólo accedió al poder entre 1930 y 1976 a través de golpes militares. El triunfo electoral de Mauricio Macri en 2015 fue el primero de un representante de este sector en las urnas.
A ello se suma, que en nuestro país, la última dictadura cívico-militar puso en marcha un plan de Terrorismo de Estado con el que persiguió a sus opositores políticos, sociales, sindicales, estudiantiles y empresarios. El saldo de esa política fue de 30 mil desaparecidos.
Por esa razón, en términos simbólicos, se trata de una imagen que representa una silenciosa expresión de desacuerdo con la política institucional del gobierno nacional, que representa a una fuerza de sesgo populista. Y como se sabe, ni las fuerzas de seguridad, ni las militares pueden expresarse en política estando en actividad, dado que se debe preservar la “verticalidad” de mando.
Las Fuerzas Armadas y de Seguridad han dejado de tener influencia en el curso político de la democracia argentina desde mediados de los años ‘90. Eso ha permitido construir una de las democracias más sólidas del continente, en relación a la fortaleza y continuidad de sus instituciones. También ha permitido construir una sociedad sin violencia de carácter político, pese a la violencia manifestada como política institucional hacía los jóvenes, sobre todo, por parte de diversas policías provinciales. Pero esa autonomía relativa no se ha traducido, hasta el momento, en intervenciones de carácter político.
Es una imagen de alto riesgo. Habrá que ver en los próximos meses si este ha sido un adelanto de lo que puede ocurrir en el futuro, a imagen y semejanza de otros países del continente, como por ejemplo Bolivia, donde la Policía participó de un golpe cívico-policial-militar o es un episodio fuera de contexto.
La venia a @PatoBullrich pic.twitter.com/j5aVzWsXzo
— Federico Pinedo (@PinedoFederico) August 17, 2020
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