La reducción del consumo obligó a las grandes superficies comerciales a modificar sus estrategias comerciales. El sistema de descuentos según días de la semana o de productos en particular agotó su capacidad de incrementar las ventas y desató una guerra de precios a partir de las marcas propias entre al menos tres de las principales cadenas comerciales que operan en Argentina.
Se trata de un reconocimiento explícito y brutal de la situación que atraviesan las ventas. También revela la decisión de este sector, que es el principal canal de ventas, de disputar una porción del ingreso al sector industrial de alimentos y limpieza. Lo hace a través de potenciar a sus marcas propias por sobre las correspondientes a las grandes marcas de cada sector.
Carrefour, en particular, congeló el precio de 1.300 productos de marca propia por seis meses. La cadena francesa anunció que congela los precios de 1.300 productos marca propia, en hipermercados, market y express de las 22 provincias donde está presente. Los precios fueron fijados a partir del 7 de julio, ante escribano público, y serán los mismos en todas las sucursales, independientemente del formato que tengan (gran superficie o cercanía).
El director de comunicaciones de Carrefour Argentina, Carlos Velasco, dijo que “desde hace 35 años tenemos el compromiso de ofrecer ´el precio más bajo garantizado`. Con Precios Corajudos, buscamos reforzar ese compromiso y brindar la más amplia gama de productos de calidad al mayor número de personas, dándole prioridad al precio. Estos productos representan el 80% de los artículos que forman parte de la canasta básica alimentaria, por lo cual se convierte en el mejor aporte que la compañía puede ofrecer a sus clientes para ayudar en la economía familiar”.
El año pasado, el 80% de los hogares argentinos redujo el consumo de alimentos. La leche fue el que más sufrió. El volumen de unidades consumidas registra siete trimestres continuos con reducciones.
“En los últimos tres años, los hipermercados perdieron un millón de hogares”, destacó Juan Manuel Primbas, director Cono Sur de la consultora Kantar Worldpanel. El ejecutivo señaló que el año pasado el consumo masivo cayó un 4%, mientras que los supermercados perdieron entre 7% y 8% durante 2016 y 6% y 7% en los primeros meses de 2017.
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LOS OTROS
La cadena que dio el puntapié inicial con la idea de dejar atrás las tradicionales promociones fue Walmart, que anunció que a fines de julio el lanzamiento “de un nuevo sistema de precios que promete competir contra los mayoristas”, según señaló en un comunicado. Según explicó la empresa de origen estadounidense, el nuevo sistema de precios cuenta con tres componentes: precios, ofertas y marca propia. “En primer lugar, el compromiso de precios imbatibles que buscan ser los más bajos de la zona donde se ubican nuestros supermercados, incluyendo a los mayoristas, en cientos de los productos de mayor incidencia en la compra”, dijeron.
“En segundo lugar, un abanico de ofertas que bajen aún más los precios, comunicadas de manera simple para el cliente; y tercero, un amplio portfolio de productos de marca propia de calidad a un precio un 20% inferior a los líderes de cada categoría. De esta forma, el nuevo sistema de precios busca desprenderse de las tradicionales promociones semanales, para ofrecer precios bajos todos los días, de lunes a lunes y con todos los medios de pago”.
Se trata de 400 productos de los más consumidos en las categorías de almacén, bebidas, panificados y perfumería y limpieza, entre otros.
Otro de los supermercados que apuntó a los productos de marca propia fue la cadena Día, que los ofrece con una rebaja de 35% respecto de las marcas líderes.
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