El Banco Central (BCRA) ofrecerá a los bancos una opción de venta -put option- sobre títulos del Gobierno nacional, un instrumento que ya existe en el mercado bursátil pero que es nuevo para el vínculo entre entidades financieras y el organismo monetario, cuyo objetivo es reducir la volatilidad de los precios de los títulos del Tesoro y hacerlos más atractivos.
Se trata de una decisión con dos objetivos: Que no continúen depreciándose los bonos del Tesoro -por la desconfianza del mercado respecto a la capacidad del Estado de pagar sus vencimientos- y que no fracase la toma de nueva deuda en pesos por parte del gobierno, una de cuyas licitaciones de título se realizará este miércoles. Las nuevas licitaciones son las que cubren el rojo fiscal. La primera variable incide sobre el interés de los tomadores de deuda -a mayor volatilidad del precio, menor interés por incremento del riesgo- y la segunda se encuentra atada a la primera.
El nuevo instrumento funciona, en los hechos, como una garantía de valor. A ello, se agrega que podrá ser utilizado como una porción de encaje por parte de los bancos en el BCRA. El encaje son los fondos inmovilizados por los bancos para garantizar los depósitos de sus clientes.
La operación es un “derivado” financiero y busca que los bancos no dejen de financiar al Tesoro y, a la vez, no derivando pesos al dólar como reaseguro de valor. También muestra la debilidad del Estado a la falta de financiamiento del déficit fiscal.
La medida fue adoptada por el Directorio del Central y aplicará para los bonos y letras del Tesoro que sean adjudicados a partir del corriente mes de julio y que tengan vencimiento hasta el 31 de diciembre de 2023.
Según explicó el BCRA, al resolución es el resultado del diálogo entre la autoridad monetaria y los bancos, que “tendrán ahora una forma de evitar que bajas en el precio de los títulos afecten su balance y, así, puedan adquirir un mayor volumen de deuda del Tesoro con un menor riesgo”.
“La opción de ventas no es equivalente a una garantía sino un instrumento derivado financiero que otorga al tenedor el derecho, pero no la obligación, de vender un activo subyacente al precio establecido en el contrato, en una fecha determinada o en cualquier momento hasta el vencimiento de este, y al emisor de esta opción la obligación de comprarlo en las mismas condiciones citadas previamente”, sostuvo el BCRA en un comunicado.
Con este instrumento los bancos podrán pactar ese contrato con el Central, lo que les permitirá venderle los títulos del Tesoro al precio acordado en caso de que quieran desprenderse de esos bonos.
Esto hace que, en caso de una caída del precio del título (Boncer, Lecer, Lede u otro), los bancos tendrán una opción para vender esos títulos al Banco Central, con lo cual la exposición al riego sería mucho menor, lo que les permitiría comprar deuda del Gobierno en forma más agresiva.
Según detalló el BCRA, el precio del “put option” estará establecido por la tasa máxima entre el valor de cierre del activo al día hábil anterior a la liquidación y la Tasa Nominal Anual (TNA) promedio ponderada, más un spread máximo del 2%.
“Los contratos de opciones de venta sobre títulos del Gobierno nacional adjudicados a partir de julio de 2022 se podrán ejercer en cualquier momento hasta su término, el cual será hasta 15 días antes del vencimiento del colateral”, detalló el BCRA.
“Los títulos que pueden ser utilizados como subyacentes son los títulos del Gobierno nacional adjudicados a partir de julio de 2022 y cuyo vencimiento sea como máximo el 31 de diciembre de 2023”, agregó la entidad.
Además, el BCRA continuará participando en el mercado secundario para reducir la volatilidad de los instrumentos del Tesoro y, para los títulos de deuda adjudicados a partir de julio de 2022, con posturas de compra al precio similar al valor de la licitación primaria más un spread máximo de 2%.
Este miércoles tendrá lugar la primera licitación de títulos de deuda en pesos bajo la administración de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía, en el que se buscará renovar alrededor de $ 11.000 millones, a los que a fin de mes se sumarán otros $ 480.000 millones.
Fuentes del sector bancario dijeron a Télam que el instrumento “puede llegar a ser interesante” dado que el rendimiento que ofrecen los títulos del Tesoro suelen ser mayores que los que da el BCRA y que, además, se les permite integrar una porción de encajes con ellos.
De esta forma, ante el riesgo de una caída del precio ahora el BCRA será garante antes los bancos, que tendrán una garantía de cobro y no verán sus balances afectados ni la contrapartida de los depósitos de personas y empresas.
En las últimas semanas, la autoridad monetaria emitió cerca de $1,2 billones para rescatar títulos del Tesoro en el mercado secundario, luego de que fondos comunes de inversión y grandes empresas vendieron tenencias para hacerse de efectivo.
Si bien la mayor parte de esa emisión fue reabsorbida a través de Leliq y Pases, el Central pretende no tener que repetir la operación y espera que la demanda de los bancos sea ahora su aliada para sostener el precio de los bonos.
> Con información de TÉLAM.
—