Alguien tiene que dar el primer paso, aunque sea el último antes de un precipicio.
Gretchen Carlson se animó a denunciar a Roger Ailes por acoso sexual cuando todavía no se había destapado la olla de los cientos de testimonios de mujeres que habían sido abusadas o sufrido distintos tipos de violencia de género. El director del canal norteamericano Fox News les pedía a las aspirantes que dieran “una vueltita” para mostrar su cuerpo, sin embargo, en 2016 todo se dio vueltas para él.
Esta historia es la que recrea libremente la película El escándalo, la cual se puede ver en las salas de cine con los protagónicos de Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie. Además, se hizo la serie The Loudest Voice con Rusell Crowe y Naomi Watts.
Luego de negarse a los pedidos sexuales de Ailes, la presentadora fue sacada de su programa, corrida a otro en una franja horaria menos selecta y con un sueldo menor. Entonces, grabó por más de un año los comentarios misóginos de su jefe, quien llegó a decirle: “Creo que tú y yo deberíamos haber tenido una relación sexual hace tiempo, y entonces tú estarías bien y mejor, y yo estaría bien y mejor”. Al ser despedida del medio, lo demandó y motivó a otras colegas a hacerlo. Más de veinte periodistas contaron que también habían vivido situaciones similares en la oficina del piso dos. Entre ellas, Megyn Kelly, la otra estrella de la cadena, quien aseguró que también lo había sufrido diez años antes. Su confesión fue decisiva en la caída estrepitosa del magnate, quien moriría un año después de ser demandando.
La bomba arrojada por la conductora de “The real story” repartiría esquirlas por todo el mundo y en diferentes ámbitos. Luego llegaría el movimiento #MeToo, a partir de la acusación contra Harvey Weinstein, un importante productor de Hollywood, consolidando la idea de que ni siquiera los más poderosos quedarían exentos de caer en el espiral de denuncias. Incluso la cadena conservadora de la familia Murdoch debió despedir a Bill O’Reilly la figura al frente del programa con mayor audiencia.
Sin embargo, la resolución del caso dejó en evidencia que las desigualdades son profundas. Carlson recibió 20 millones de dólares y perdió su voz en un acuerdo de confidencialidad que le prohibió hablar de lo ocurrido. Mientras que el fundador del canal obtuvo más del doble de dinero, pero los secretos se los llevó a la tumba.
La lucha continúa
Carlson escribió una columna de opinión en Bdonde aborda su lucha contra los acuerdos de confidencialidad. En dicho artículo, la periodista explica: “Como documenté en mi libro “Sé feroz”, la gran mayoría de los sobrevivientes nunca más vuelven a trabajar en sus profesiones elegidas. La industria estadounidense ha perdido a muchas mujeres talentosas debido al acoso, al tiempo que ha permitido que los depredadores continúen subiendo en la escala profesional (donde tienen el potencial de victimizar aún más a las mujeres)”.
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Kelly vs. Trump
Es sabida la relación de los grandes medios de comunicación con los nombres del poder y la política. Roger Ailes no sólo se limitó a la televisión sino que fue una pieza clave del Partido Republicano. A finales de los ’60, fue asesor de prensa del presidente Richard Nixon, y como director de la cadena conservadora Fox News, fue el impulsor de Donald Trump como candidato.
Durante el debate presidencial de 2016, Megyn Kelly se atrevió increpar al entonces futuro presidente de Estados Unidos por su comportamiento y dichos hacia las mujeres. Por esta pregunta, sufrió ataques del mismo Trump, quien exigía disculpas por parte de la periodista.
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