La CGT, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores realizan este jueves 9 de mayo un paro general “en defensa de la democracia, los derechos laborales y el salario digno”, bajo la consigna “Milei para la mano, la Patria no se vende”. Las centrales obreras aseguran que “el ajuste (que lleva adelante el gobierno nacional) no lo paga la casta”.
Se trata del segundo paro contra la política económica y social del gobierno del libertario Javier Milei. El primero fue de 12 horas con movilización y se realizó el pasado 24 de enero. Se le suma la movilización del 1° de mayo último y la adhesión a la marcha de los universitarios el 23 de abril.
El paro promete tener un elevada adhesión, pese a la amenaza del gobierno nacional y algunos provinciales alineados en Juntos por el Cambio (JxC) de descontar el día de huelga a los empleados públicos y docentes que adhieran a la medida.
Adhieren al paro los sindicatos de transporte, servicios públicos, comercio, industriales, docentes, y de servicios, lo que preanuncia un elevado acatamiento e impacto de la medida de fuerza.
Las tres centrales obreras convocantes emitieron un documento titulado “En defensa de los derechos laborales, sociales, sindicales, previsionales y del modelo sindical. Por salario digno y por empleo con derechos laborales”.
Dice el documento que “estamos frente a un gobierno nacional que promueve quita de derechos laborales y sociales, que redefine el rol del Estado, cerrando y achicando a su mínima expresión importantes dependencias e instituciones que brindan asistencia a nuestra población, generando de esta forma cientos de miles de despidos de servidores públicos”.
Agrega que el gobierno “decreta la paralización de la obra pública generando un descomunal desempleo” y afirma que “lleva adelante un brutal desfinanciamiento de la seguridad social, de la salud pública; de las universidades, de la educación, de la ciencia y de la cultura, poniendo en riesgo la vida de nuestros mayores y la población en general, afectando directamente la calidad educativa, la capacidad de investigación del país y nuestra identidad cultural”.
También apunta que “promueve peligrosas políticas de privatización de empresas públicas y de entrega de los recursos del patrimonio nacional”.
Sigue diciendo que hay “precios liberados en alimentos, en medicamentos, en energía y en los servicios esenciales y salarios disminuidos en su poder de compra. Paritarias intervenidas por el ministro de Economía, que impide la adecuada actualización de salarios; recesión y aumentos incesantes que generan caída en los niveles de actividad económica y los índices de consumo básicos, que -en la práctica- representan una fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía”.
Plantea que se ha producido “un 31% de caída real de las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones, un 87% en obras públicas, un 39% en subsidios al transporte, un 76% en transferencias a las provincias, un 18% en recorte a las universidades, y un 13% en programas sociales; son sólo algunos de los indicadores que ponen en evidencia que el ajuste no lo paga la casta ; sino que recae sobre los sectores más vulnerables”.
Luego, apunta que “(es) un gobierno sin diálogo social, que sólo se vincula con los representantes de intereses amigos, que agrede y desecha a los trabajadores y a sus organizaciones, menosprecia a los jubilados y pensionados que no pueden esperar, se desentiende de la atención de los más vulnerables, discrimina a los hacedores de la economía popular, mientras se deteriora gradualmente el valor del capital de las pequeñas y medianas empresas, profundizando así el grave cuadro de pobreza estructural e indigencia que devasta a nuestra sociedad”.
Por último, el texto de las centrales obreras reafirma “nuestro compromiso y nuestro derecho a participar en el diseño de la sociedad a la que aspiramos. En ese desafío convocamos y ponemos a consideración pública de todos los actores sociales e institucionales, la construcción de un programa de consenso multisectorial que nos permita avanzar hacia una agenda de diálogo para una Argentina del desarrollo, la producción y el trabajo, solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades”.
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