¿Cómo poner en palabras lo que se siente en la cárcel? La propuesta de Marcela Carignano, Flavia Romero y Julia Monge, egresadas de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), comenzó en 2015 cuando se acercaron al penal de mujeres con la idea de armar un taller de lectura y escritura de cartas.
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“De entrada entendíamos que el sistema penitenciario lo que hace es desarmar, tender a disolver, atomizar, a separar y desde el inicio nuestra idea era poder pensar actividades que nos convocaran a todos”, explican las organizadoras.
Durante los dos años que duró la experiencia -2015 y 2016- cada semana, más de veinte mujeres de distintas edades se encontraron para compartir risas, llantos, enojos, pensamientos y leer en voz alta lo que tenían para decir.
Una parte de la producción escrita se exhibió por primera vez en una muestra abierta a todo público en la Facultad de Filosofía, y ahora están ultimando detalles para publicar un libro. Las del mundo al revés. Cartas inevitables para todxs desde la cárcel saldrá a la calle en noviembre y ya está a disposición en preventa.
Las que pasaron por una situación de encierro dicen que “hay pocas cosas que se esperan con ansiedad: las visitas y las actividades extras, que te saquen de la rutina”.
Sentada en una ronda junto a sus compañeras, Ángel, como quiere ser nombrada una de las ex presas, cuenta que “el taller era algo distinto, encontrarte con gente de afuera, poder jugar con temas que adentro no se pueden hablar o se hablan tímidamente”.
Uno de los disparadores era la lectura de cartas famosas, como la de Frida Kahlo a Diego Rivera antes de que le amputaran una pierna. A partir de ese hecho, se montaban los relatos de cada una en base a la pregunta: ¿Qué amputarías de tu vida?
“El taller fue descontracturado, podíamos escribir como quisiéramos sin importar la letra como saliera. Escribir nomás: sacarse lo que uno tiene adentro. Eso nos mantenía conectadas hasta el próximo encuentro”, recuerda Ángel, quien vivenció el taller desde afuera y también en el interior de la cárcel.
Julia Monge es una de las coordinadoras de la actividad. “Todas participábamos, leíamos una canción, además, hubo teatro, plástica, collage”, explica. “Cada encuentro era diferente”, agrega Lucía Scoles quien, como estudiante de Antropología, se sumó a la convocatoria.
Contra cualquier pronóstico, es poco habitual escribir cartas desde la cárcel. Porque las revisan, porque el correo demora en llegar a su remitente, porque no es fácil encontrar estampillas en el complejo penitenciario.
En ese sentido, el taller de lectura y escritura se convirtió en un lugar de libre expresión. “No había nadie controlándonos, y podíamos escribir de cualquier cosa, tener los sentimientos a flor de piel porque en general allá una se controla para no expresar tanto”, explica Ángel.
“Imaginate, salgo y me veo en una librería”, soltó en una ocasión una de las participantes. Las chicas destacan que cuando surgió la posibilidad de publicar un libro, todas empezaron a escribir con mayor entusiasmo.
ESCRIBIR LIBERA
“Creo que al escribir entrás un poquito más adentro tuyo y salís de todo lo que te encierra: escribir hace que pienses en el otro, en cosas que no te habías detenido a pensar hasta ese momento aunque también lo podrías hacer estando afuera”, rescata Ángel.
“Cartas inevitables para todxs desde la cárcel” es una forma de expresar lo que sienten esas mujeres, que no hablan como presas, sino desde su condición de género. El libro tiene historias de amor maternal, amor erótico, bronca, angustia, tristeza, de todo lo que les pasa a las mujeres en general cuando se encuentran lejos. Eso es algo que quieren mostrar”, explica Flavia.
En coro afirman que las temáticas de las cartas atraviesan a todas las mujeres en general. “Lo personal es político”, se oye decir, porque las situaciones que padecen son las de muchas mujeres que están en sus mismas condiciones.
A los políticos, a la gente que está afuera, a la niña interior, a quienes fueron en un pasado.A los hijos, a las parejas, a los malos amores, a los contra amores. Para ellos va este libro.
SOBRE LA PUBLICACIÓN
La impresión está a cargo de la Cooperativa Fuerza y Futuro, conformada por personas que están en la cárcel abierta de Montecristo. “Con ellos venimos trabajando desde la Facultad hace un tiempo y no era una imprenta más que teníamos a mano. Ahí también está Ricky que participa también con una carta, así que está imprimiendo el libro donde el mismo escribe”, cuenta Flavia.
La publicación incluye 59 cartas. Algunos de los ejes que agrupan las temáticas son: presas pero no muertas, solo nos separa una reja; anidar en una jaula; desamor y amor tras las rejas; mi mundo puede ser tu mundo; y mujeres dignas, lugar indigno.
Hay 300 números que ya están disponibles en preventa por 180 pesos. Para adquirirlo se puede contactar al colectivo de mujeres por Facebook: Las del mundo al revés.
En noviembre van a realizar una presentación en la Facultad de Filosofía y Humanidades y en diciembre adentro del Complejo Penitenciario de Bouwer.
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