En la actualidad, la mayoría de las personas utilizan internet para realizar muchas tareas relacionadas con el trabajo, el estudio e incluso el ocio o entretenimiento.
Para poder darle provecho a las herramientas que nos brinda internet, se necesita tener una velocidad óptima, como la que ofrece la fibra óptica.
Si no sabes si te conviene tener fibra óptica u otro tipo de internet, acá te ayudamos a conocer cuál es la velocidad de subida y bajada que mejor se ajusta a tus necesidades en tu hogar.
Tipos de velocidades que puede tener el internet
Los distintos prestadores de servicios de internet hogar ofrecen varias opciones de velocidades entre las cuales puedes elegir según el nivel de uso que le des y las exigencias que tengan las tareas online que realices.
Estas velocidades varían según la tecnología con la que se logra la conexión que se instala en el hogar, las cuales son:
-Fibra óptica: es el tipo de conexión actual más rápido de todos, ya que funciona con una tecnología a la velocidad de la luz. Con ella, la carga y la descarga de datos se realiza de forma simétrica, es decir que ambas son rápidas en comparación con las otras conexiones. Logra una velocidad de entre 100 Mbps y 10 Gbps.
-Cable: es una tecnología anterior a la de la fibra óptica que se logra con un cable que comparte el ancho de banda del área local. Es una opción más económica, pero en ciertas horas del día puede disminuir su velocidad e ir entre 1 a 1 Gbps.
-ADSL: esta tecnología es mucho más antigua que las dos anteriores y no se utiliza con mucha frecuencia, pero sí se puede encontrar en zonas más distanciadas donde no llega el cable ni la fibra óptica. La velocidad es de entre 0,5 a 20 Mbps.
-Satelital: es la conexión alternativa a las tres anteriores que se utiliza con frecuencia en las zonas rurales. Maneja velocidades mucho menores de entre 3 a 350 Mbps, pero muchas veces es la única opción disponible.
¿Cómo se mide la velocidad de internet?
Antes que nada, debes saber que la velocidad del internet dentro de tu hogar se mide en megas y que, en general, se ofrecen en 50 Mbps, 100 Mbps, 300 Mbps, 500 Mbps o incluso más para sitios donde son muchas las conexiones y las exigencias de un mismo router. También se puede medir en gigas, debido a que algunas llegan a ofrecer hasta 1 Gbps que equivale a los 1000 Mbps.
Tal vez te estás preguntando por qué esto no es así en las redes inalámbricas de los teléfonos móviles. La razón es porque estas velocidades se miden de acuerdo a los Megabits o Gigabits por segundo.
¿Cómo saber la velocidad de internet que tengo?
Para que sepas cuál de todas estas velocidades antes mencionadas tienes, puedes realizar distintas mediciones fácilmente desde tu computadora.
Existen dos formas en las que puedes medir la velocidad. La primera es realizando un test de velocidad de descarga, que indica la velocidad a la que se descargan los datos a tus dispositivos y es la más general.
La segunda es un test de velocidad de subida que indica la velocidad a la que se envían los datos desde tus dispositivos.
¿Cómo saber qué velocidad es la mejor para mí?
Si quieres contratar un nuevo pack de internet hogar o cambiar el que tienes, debes saber elegir correctamente la velocidad que se ajusta a tus necesidades.
Primero, debes pensar cuántos dispositivos y cuántas personas se suelen conectar a diario a tu red. Luego, debes considerar qué tipos de tareas realizan en internet, es decir, si te dedicas a mirar contenido audiovisual o realizar videollamadas; o bien si haces otras tareas más básicas de navegación web y redes sociales. El presupuesto también será un factor clave.
Luego de pensar estas cosas, los 100 Mbps son suficientes para hasta dos personas, y los más avanzados sirven para más de 4 personas y para tareas más exigentes.
En conclusión, debes elegir una velocidad de internet que se ajuste realmente a las tareas que realizas a diario, tanto tú y las demás personas que viven contigo. A veces, las velocidades más básicas como los 100 o 300 Mbps son suficientes para una familia tipo.
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