(Por Carlos Emanuel Cafure*). El gobierno nacional desde hace tiempo viene insistiendo en la necesidad de llevar adelante una reforma laboral en la República Argentina.
Lamentablemente, no se trata de una reforma que busque mejorar la calidad del trabajo en nuestro país, que procure contribuir a lograr mejores condiciones laborales, que apunte a fortalecer los convenios colectivos de trabajo, o que se proponga beneficiar a la clase trabajadora
Por el contrario, ni más ni menos, busca avanzar en flexibilizar el trabajo, recortar derechos adquiridos, y modificar convenios colectivos dignos.
¿Qué se puede esperar de un gobierno de CEOs?
Fue este gobierno nacional, el que inició oportunamente fuertes críticas a los abogados laboralistas (que son quienes defienden a los trabajadores en sede judicial), a los dirigentes sindicales (que son quienes defienden los derechos y conquistas), y a los trabajadores con salarios dignos (como si tenerlo en este país, fuera un delito o un privilegio…).
Fue este gobierno nacional, el que inició oportunamente fuertes críticas a los abogados laboralistas (que son quienes defienden a los trabajadores en sede judicial), a los dirigentes sindicales (que son quienes defienden los derechos y conquistas), y a los trabajadores con salarios dignos (como si tenerlo en este país, fuera un delito o un privilegio…).
Usan como variable de ajuste, no sólo a los trabajadores.
Se llevó adelante a través de la reforma previsional, un recorte en los haberes de los jubilados de la mínima, de los beneficiarios de Asignación Universal por Hijo, y de los veteranos de Malvinas, entre otros.
A través de declaraciones de distintos actores políticos, como de algunos medios de comunicación oficialistas (algo realmente lamentable), intentan convencer a la población, que se debe aceptar con resignación, perder derechos adquiridos, grandes conquistas sindicales (que a muchos dirigentes ejemplares y a trabajadores en este país les terminó costando hasta la vida), y aceptar ganar salarios de miseria o jubilaciones de hambre. En definitiva, que seamos prácticamente un pueblo indigente, con grandes empresarios ricos y políticos con salarios en algunos casos realmente escandalosos. ¿Ese es el país que queremos los argentinos?
Creo que como pueblo, no debemos permitir que se siga subestimando nuestra inteligencia.
Creo que como pueblo, debemos unirnos y defender para todos nosotros, mejores salarios, mejores convenios colectivos, y mejores condiciones de trabajo.
No debemos olvidarnos de nuestros jubilados. Es nuestro deber moral como activos, exigir las derogaciones de todas las leyes que recortan sus ingresos tanto a nivel nacional, como provincial en Córdoba.
Es tiempo, que el sindicalismo a nivel nacional, aparezca y comience a trabajar conjuntamente con todos los gremios del país, para defender a los trabajadores, los convenios colectivos de trabajo, las condiciones dignas de trabajo, como así también a los pasivos.
Es tiempo de tener mayor solidaridad entre las organizaciones sindicales, para que el problema de uno, pase a ser el de todos, como históricamente lo fue.
Es tiempo de tener mayor solidaridad entre las organizaciones sindicales, para que el problema de uno, pase a ser el de todos, como históricamente lo fue.
El movimiento obrero, siempre que estuvo unido y respondió solo a los intereses de los trabajadores y los jubilados, logró grandes conquistas.
La historia, nos llama a tener dirigentes sindicales combativos y de las bases.
La historia, nos llama a empezar a marcarle a nuestros gobernantes, nuestra agenda y la de los jubilados.
La historia, nos llama a dejar de ser espectadores y comenzar a ser protagonistas de ella.
¡Es tiempo de empezar entonces!
* Carlos Emanuel Cafure es abogado y columnista de opinión.
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