“Imaginemos por un instante si hubiéramos andado mal entre nosotros adentro del Parlamento, quién podría haber gobernado. Lo que sucede es que las cosas que se evitan son las que menos se reconocen, las que menos se ven porque la crisis no está presente, y ha habido mucha madurez, pero no es un gobierno de coalición propiamente dicho. Las decisiones de poder se toman en otro lado y creo que el radicalismo lo que tiene que plantear es si Cambiemos está dispuesto a dar un salto cualitativo que signifique encontrar un ámbito y un espacio, no donde se repartan cargos, pero sí donde se discutan las políticas públicas”. La definición corresponde al titular del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados de la Nación. Forma parte de una extensa entrevista que el legislador concedió al sitio Web Parlamentario.com.
Negri respondió ante la consulta de que la UCR reclama mayor protagonismo en Cambiemos que “la palabra no es protagonismo, porque para eso uno hace una actuación todos los días; el radicalismo tiene que tener claridad hacia dónde va. Por supuesto que ratificar el espacio de convivencia en Cambiemos y fortalecerlo está fuera de discusión. Han pasado dos años de aquella decisión de Gualeguaychú, hubo una prueba electoral que tuvo la ratificación de la sociedad, nuestra mayor contribución ha sido en el Parlamento, siempre dije que acá sí hubo una coalición. Imaginemos por un instante si hubiéramos andado mal entre nosotros adentro del Parlamento, quién podría haber gobernado. Lo que sucede es que las cosas que se evitan son las que menos se reconocen, las que menos se ven porque la crisis no está presente, y ha habido mucha madurez, pero no es un gobierno de coalición propiamente dicho. Las decisiones de poder se toman en otro lado y creo que el radicalismo lo que tiene que plantear es si Cambiemos está dispuesto a dar un salto cualitativo que signifique encontrar un ámbito y un espacio, no donde se repartan cargos, pero sí donde se discutan las políticas públicas”.
Agregó en ese sentido que “el radicalismo tiene que recrear un vínculo con la sociedad, más que buscar identidad, lo que tiene que encontrar es que la sociedad lo identifique y ese no es un problema de los que integran Cambiemos, es un problema del propio radicalismo: aggiornarse con equipos técnicos, abrir el partido, buscar gente joven, llamar a quienes puedan aportar nuevas ideas… En una sociedad donde los partidos políticos aún no logran recuperarse, apostar a la política como visión de resolver los conflictos fuertes de cara a la sociedad. Estos me parece que son los desafíos de la agenda que seguramente el partido irá a asumir con la nueva conducción”.
Las principales preguntas y respuestas de la entrevista son las siguientes:
– El oficialismo seguirá sin tener mayoría en ambas cámaras. ¿Podrán sacar las leyes que necesita el Gobierno?
-No tenemos ninguna otra opción; además no es solamente por una cuestión de números, sino por convicción para un cambio cultural democrático en el país, que es seguir buscando acuerdo y consensos. Ese es el arte que puede hacer distinguir al Parlamento y que recobre un vínculo con alguna jerarquía con la sociedad. Cambiemos termina 2017 aumentando significativamente su interbloque de diputados, pero no llegamos a la mayoría absoluta, somos 108, y en el Senado proporcionalmente también. Por supuesto que la incorporación de nuevos senadores le permite por lo menos bloquear la idea de los dos tercios. Tengo la impresión también de que la fragmentación que hubo en monobloques, inmensa durante estos años, tiende a desaparecer y la crisis propia del peronismo está conformando una geografía política tanto en el escenario de Diputados como en el Senado, que hará que se abran muchas ventanas para poder buscar acuerdos políticos. Auguro un año donde van a haber acuerdos importantes, creo que eso va a ser un paso adelante.
La crisis propia del peronismo está conformando una geografía política tanto en el escenario de Diputados como en el Senado, que hará que se abran muchas ventanas para poder buscar acuerdos políticos”.
– ¿Cómo cree que actuará el Frente para la Victoria?
Va a evidenciar mucha nitidez, no por la cantidad, porque han bajado mucho la cantidad de diputados, sino porque pretende convertirse en el rincón donde se exprese duramente el kirchnerismo, que en sí mismo no es que sea ni bueno ni malo, pero tienen como prioridad que el pasado que los tuvo en el gobierno se convierta en el futuro en forma inmediata, y eso los lleva a no razonar y tener la vista muy corta, y a veces enceguecerse.
– ¿Cómo califica lo sucedido en la sesión de diputados al tratar la reforma previsional, dentro y fuera del Congreso?
-Usted puede estar de acuerdo o no, pero creo que cuando se habla de previsión social y se pronuncia la palabra jubilados estamos frente a un tema muy sensible acá y en cualquier país del mundo. Porque además están en terapia intensiva los sistemas previsionales, por el aumento de expectativa de vida, por la disminución de la natalidad, y porque en realidad los sistemas previsionales deben financiarse con los aportes de los que son activos y trabajan. El nuestro es un sistema deficitario casi al 40%, es necesario que haya más aportantes para que pueda salirse del estado de crisis. Eso hace que uno tenga que buscar fuentes de financiamiento, sino es absolutamente imposible. Y la época de las vacas de oro, cuando la economía crecía al 7 al 8 por ciento, que era la oportunidad de plantearse un debate de fondo del sistema previsional que no afecte a los jubilados, la dejaron pasar. (…) El kirchnerismo no se planteó en ese momento un debate serio y profundo de un problema que esté o no esté Macri de presidente, cada día tiende a agudizase en la Argentina y hay que dejar de hacer demagogia y realmente con esa comisión que se creó, ponerse a ver en profundidad cuál es la salida. Ahora, eso no justifica de ninguna manera el clima de violencia que se vivimos con esas imágenes del pasado que quisieron traer.
Nuestro sistema previsional es un sistema deficitario casi al 40%; es necesario que haya más aportantes para que pueda salirse del estado de crisis”.
– Se dice que el Gobierno presionó muy fuerte a los gobernadores para que firmen el Pacto Fiscal…
-Respeto a los gobernadores, el Gobierno actuó de buena fe, el Pacto Fiscal con las 23 provincias era absolutamente indispensable porque está atado al paquete de leyes que se debatieron. Sería un hipócrita si no digo que muchos gobernadores no han tomado dimensión de la crisis y creían que firmar el Pacto Fiscal y no acompañar los compromisos a los que se comprometieron los liberaba para llevarse la plata… Me parece que eso habla muy mal de la política y habla de poca responsabilidad de los que firman y gobiernan. Aquí nadie quiere pagar costos y todos quieren llevarse los beneficios. En el país hay que asumir el dato de la realidad. El problema del déficit y del gasto público, ubicado, enraizado y metido fuerte en el Estado nacional, creen ellos que los libera de que nadie se les asome por la ventana a ver qué pasa en los Estados provinciales.
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