“Cómo los amo, queridos cordobeses, cómo los amo”, inició su discurso el presidente Mauricio Macri frente a una multitud que llenó la Plaza Vélez Sarsfield, frente a la Casa Radical, sede de históricos actos como el cierre de Raúl Alfonsín en 1983 o el de Eduardo Angeloz en 1989. El acto de campaña en Córdoba también significó la culminación de la marcha nacional electoral “Sí, se puede”, que comenzó el 28 de setiembre en la plaza Barrancas del barrio porteño de Belgrano y que recorrió varias ciudades del país.
La convocatoria estaba pautada a las 19 horas en bulevar San Juan e Irigoyen, frente al shopping Patio Olmos en la zona céntrica de la Capital. Sin embargo, Macri llegó pasadas las 20.20 y largó su discurso minutos después. El mandatario estuvo acompañado de su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, Juliana Awada, gobernadores radicales y los principales dirigentes de Juntos por el Cambio de la provincia, de cara a las elecciones nacionales del próximo domingo, donde buscará su reelección.
Al igual que en las distintas marchas del “Si, se puede”, Macri dirigió la mayor parte de su discurso a diferenciar su espacio de las muletillas que se le jactan al kirchnerismo: preguntar si habían llegado en colectivo (chicana al peronismo), la crítica del “dedito levantado”de Fernández en el debate y la pregunta general al público de dónde estaban en octubre de 2019: “¡Estábamos haciendo Patria!”, se respondieron a coro.
Además, como en toda la campaña apeló a la grieta y al complicado panorama internacional: “En este mundo difícil que nos toca vivir difícil como lleno de oportunidades, vamos a seguir enfrentando desafíos, pero traer a los mismos del pasado no nos va a ayudar nada, por eso no caigamos en los espejismos, en las promesas de aquellos que nos defraudaron tantas veces”.
“Esta marcha no termina hoy acá, tenemos una parada más que es el 27 y 24 de noviembre donde tenemos que consolidar esta esperanza que cambie la historia de argentina para siempre”, afirmó eufórico el presidente, haciendo alusión a un futuro balotaje. Luego insistió: “Acá no estamos dando vuelta una elección, sino una historia de frustraciones y mentiras”.
A su vez, Miguel Ángel Pichetto le habló a la multidud reunida minutos antes de que llegué el presidente e hizo pie en la trunca relación del pueblo cordobés con la ex presidenta: “No queremos abandonar a Córdoba como hizo Cristina Kirchner, que nunca vino a dar la cara como candidata a vicepresidente a disculparse con el pueblo de Córdoba. Alberto Fernández vino a apretar al Gobernador”.
Por último, el presidente se despidió tirandole flores a la provincia donde consiguió más votos que Alberto Fernández en las PASO: “Las otras seis vidas voy a volver a Córdoba siempre. Cada vida voy a estar acá con ustedes. Este es nuestro país. ¡Fuerza, Argentina! ¡Aguante, Córdoba! ¡Los amo con locura! ¡Vamos!”.
—