Joaquín Sperani Flores, el adolescente de 14 años que fue hallado asesinado este domingo en la ciudad de Laboulaye, a 240 kilómetros al sudeste de Córdoba Capital, murió tras recibir más de 10 golpes en la cabeza. Se cree que el primer golpe fue recibido desde atrás. El crimen se habría cometido en la siesta del jueves 29 de junio.
Así lo reveló un informe preliminar de la autopsia, mientras que el amigo de la víctima, que fue detenido como supuesto culpable de la agresión, fue trasladado a un instituto de menores, informó la oficina de Prensa del Poder Judicial de la Provincia.
La autopsia fue realizada en las últimas horas del domingo por la forense Ana Laura Peiovich en la ciudad de Río Cuarto y el resultado preliminar fue entregado a la Justicia.
Según informaron fuentes vinculadas a la causa, la autopsia determinó que Joaquín murió a causa de un traumatismo de cráneo y que sufrió un daño encefálico que le provocó la muerte inmediata, luego de recibir más de 10 golpes en la cabeza.
El chico, que era intensamente buscado desde el jueves a la tarde, apareció muerto en una vivienda deshabitada ubicada en la calle Sarmiento 480, a unos 100 metros del IPEm N°278 al que concurría. El hallazgo lo realizó una prima de Joaquín de 20 años que llegó hasta al lugar con otro primo y un vecino y lo encontró boca abajo, tendido sobre el suelo. Allí había también un hierro, que podría haber sido utilizado para darle muerte. La información fue dada a conocer el domingo por LV20 radio Laboulaye.
Joaquín fue hasta el colegio en bicicleta, la estacionó allí, pero no ingresó a clases. Incluso, se saludó con una docente y su preceptora. Luego, partió con su amigo, según se puede observar en la cámara de un vecino de la escuela. Es la última vez que se lo puede ver con vida. La misma cámara registró que su amigo regresó a los pocos minutos al establecimiento educativo y que, al entrar, se le cayó un celular del bolsillo, que resultó ser de la víctima.
El presunto responsable del crimen fue alojado este lunes en un centro penal juvenil de Córdoba capital, donde será sometido a estudios de diagnóstico, psicosociales y ambientales.
El Poder Judicial provincial informó al mediodía mediante un comunicado que el traslado del joven, que por su edad es inimputable, se realizó “para su resguardo” y que el destino fue un centro penal juvenil.
La decisión fue tomada por el juez de de Control, Niñez, Adolescencia, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género y Faltas de Laboulaye, Sebastián Moro, quien antes tomó contacto con el adolescente y con sus padres.
La información judicial indica que “se pudo establecer la presunta participación no punible de un niño de 14 años” en la muerte de Joaquín y añade que “el adolescente involucrado en el hecho actualmente se encuentra alojado para su resguardo en el Centro de Admisión y Diagnostico (CAD), que depende del Complejo Esperanza, de la ciudad de Córdoba”, donde en las próximas horas se llevarán a cabo estudios diagnósticos, psicosociales y ambientales.
Desde el juzgado se precisó que, en la situación de adolescente no punible, ya está interviniendo la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Senaf).
Por su parte, Martín Sperani, padre de Joaquín, dijo que “no hay palabras” para describir lo sucedido y recordó que, para ellos, el ahora acusado “era uno más de la familia” y sus padres “también. Hemos pasado días en su campo. Nos visitábamos. No termino de entenderlo, no. Es muy duro, no caigo. Me pregunto por qué, pero no tengo la respuesta”, sostuvo el hombre que trabaja como chofer de camiones de transporte.
Contó también que los chicos “se hicieron amigos en tercer grado de primaria” y que “nunca hubo un episodio de violencia”.
El hombre agregó que “Joaquín practicaba Taekwondo. Sabía defenderse. Estimo que si el atacante lo hubiera enfrentado, que él lo hubiera visto, habría intentado defenderse”.
Por su parte, Marcela Flores, la madre de Joaquín, aseguró que su hijo “era bueno, un chico sin maldad, dócil, un amor de persona. Era una persona de bien, un ser noble”.
EL VELORIO
El velorio se realizó en la sala de la cooperativa local y luego, el cortejo fúnebre recorrió las calles de la ciudad deteniéndose en el IPEM 278, donde sus compañeros y personal docente lo despidió. Paradójicamente, en el cartel identificatorio del establecimiento educativo se puede leer su misión: “Educar para la vida”. La caravana de autos, motos y bicicletas acompañó después a Joaquín y sus familiares al cementerio local.
[COBERTURA]
VER Laboulaye: Hallan sin vida al adolescente de 14 años y creen que fue asesinado por un amigo.
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