Fue increíble la fiesta de Racing, en Paraguay y en Avellaneda, luego de conseguir el título de la Copa Sudamericana al vencer a Cruzeiro por 3 a 1, con goles de Gastón Martirena, Adrián “Maravilla” Martínez y Roger Martínez. Los hinchas festejaron como nunca, llenando dos estadios en un hecho inédito, y, luego, copando el Obelisco en la ciudad de Buenos Aires. Todo se desarrolló en paz.
🔵⚪️ ¡La fiesta de @racingclub! Así celebró el campeón de la CONMEBOL #Sudamericana en el Obelisco!#LaGranConquista pic.twitter.com/l6kPyIxAL6
— CONMEBOL Sudamericana (@Sudamericana) November 25, 2024
Fue el primer campeonato internacional del Siglo XXI, después de largos treinta y seis años sin títulos fuera de Argentina. El último había sido en 1988, cuando logró la primera Supercopa de la historia. Racing también había sido campeón de la Libertadores 1967 y la Intercontinental 1967.
Con el festejo racinguista, los argentinos no sentimos la vergüenza que sufrimos con los incidentes de River, en el partido que perdió con Independiente Rivadavia de Mendoza; ni con Boca, cuyos jugadores se pelearon con seguidores de Huracán por una penal anulado por el Var. Una vergüenza para el fútbol argentino.
Este increíble Racing de Gustavo Costas se coronó campeón como aquella tarde en el Centenario de Uruguay, donde alzó la Intercontinental, con el golazo del chango Cárdenas. Tuve la posibilidad de entrevistar en Buenos Aires a Cardenas. Cada vez que recordaba el golazo de treinta metros, se emocionaba. Con ese grande de la historia tuve la oportunidad de hacerle una nota y compartir un café.
Hubo un montón de historias de hinchas en Asunción y Avellaneda con problemas por entradas truchas y chips de socios que no podían ingresar al Cilindro. Pero hubo cosas que conmovieron. Por ejemplo, un avión se rompió con simpatizantes académicos y no llegó a Asunción, entonces las enviaron a aquellos que no conseguían en las puertas del estadio, en Paraguay. Otro le pidió a la novia casarse para que le dieran los días y poder pasar la luna de miel en el estadio Defensores del Chaco. Otras tres amigas llegaron a Retiro desde Mendoza y viajaron a Paraguay otras veinte horas para ver a Racing. Otros le avisaron a sus esposas que estaban en Asunción. Y mucho le agradecían a los abuelos y a los padres por haberlos hechos hinchas de Racing.
Fue una fiesta en paz. Como debe ser y no suele suceder. Salud, campeón.
—
SUSCRIBITE A DOSSIER360.
HACETE SOCIO DE ENREDACCIÓN.
RECIBÍ EL NEWSLETTER DE ENREDACCIÓN EN TU E-MAIL.
CONTACTO CON LA REDACCIÓN DE ENREDACCIÓN.