La Fundación de Investigaciones Económicas para el Desarrollo (Fide), cuya principal referente es la titular de Afip, Mercedes Marcó del Pont, alerta, en su informe mensual de enero, que se termina el tiempo para un acuerdo de refinanciación de la deuda contraída por el gobierno neoliberal de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por otro lado, plantea que en 2022, la actividad económica crecerá 4,3%, la inflación se ubicará en torno al 40%, y habrá nuevamente superávit comercial.
Recuerda sobre el cuadro general de la economía argentina, que “(en) diciembre último decíamos que la coyuntura económica atravesaba una extraña dicotomía entre, por un lado, las buenas señales provenientes de la economía real y, por otro, una marcada incertidumbre financiera vinculada a la negociación con el FMI. En el comienzo del 2022 este escenario se mantiene. Sin embargo, el equilibrio entre estas dos dimensiones no está garantizado. Entendemos que lo financiero y lo real no pueden marchar por carriles independientes de modo indefinido. En la medida en que las definiciones sobre la refinanciación se dilatan, la incertidumbre se acentúa y la actividad económica podría verse afectada”.
“Tal es la gravedad de la situación heredada, producto del desmanejo del sector externo por parte de la gestión neoliberal, que como otras veces en la historia la dinámica financiera y del sector externo vuelven a depender de las resoluciones del FMI. Estimamos relevante observar la respuesta en las próximas semanas a las definiciones técnicas presentadas por la Argentina”, indica el centro de estudios económicos.
Más adelante, afirma que “el calendario de vencimientos pone al tiempo a jugar en contra” y describe los pagos que debe realizar el país durante 2022 a acreedores privados, el FMI y el Club de Paris: “Durante enero y febrero se registran vencimientos de deuda que podrán ser atendidos con reservas del BCRA. No así los compromisos que inician en marzo y se acumulan para todo 2022. En enero deberán pagarse intereses acreedores privados por 693 millones de dólares y capital al FMI por 715 millones de dólares (a pagarse el 28 de enero). En febrero habrá pagos al FMI y otros organismos internacionales por 380 millones de dólares. Finalmente, en el mes de marzo 2022 aparecen pagos por casi 2.900 millones de dólares al FMI y 2.100 millones de dólares al Club de París. A lo largo del año deberán pagarse 18.900 millones de dólares al FMI”.
En ese sentido, Fide propone un ejemplo para dimensionar la magnitud de los condicionantes que genera la deuda: “Cumplir con el FMI implicaría destinar casi un 30% de las exportaciones brutas anuales de 2022 solo a pagarle al organismo. Algo imposible de hacer”.
Señala que “agotados los saldos de DEG, y aún con perspectivas favorables sobre ingreso de dólares de la cosecha de trigo, las reservas se encontrarán al límite de la oferta mínima de dólares para atender la recuperación. Resulta central poder llegar a un acuerdo que permita la refinanciación de estos vencimientos y, a su tiempo, logre despejar la incertidumbre financiera del sector externo”.
Respecto a la la negociación con el FMI, explica que “la propuesta argentina indica una consolidación fiscal gradual, una política monetaria menos expansiva (reducción del financiamiento del BCRA al Tesoro y tasas de interés reales positivas), un abordaje multicausal del problema inflacionario (que incluye acuerdos de precios-salario) y una administración del sector externo con vigencia de las regulaciones cambiarias y superávit comercial para acumular reservas”.
Agrega que “los grandes trazos (de la discusión) se encuentran dentro de lo esperado. No tiene como pre-requisito una devaluación, la flexibilización laboral, la reforma en jubilaciones o un ajuste fiscal brusco que ponga en peligro la recuperación”.
Por último, advierte sobre la letra chica del acuerdo. “Se debe seguir de cerca la forma final en la que se articulará la estructura de pagos vigentes, el “monitoreo de metas cuantitativas” y, en el caso de algún incumplimiento, los plazos para procesarlos”. Concretamente, se trata de una referencia sobre el modo en que se instrumentarán los monitoreos del organismo financiero internacional, para que ese proceso no agregue incertidumbre a la economía local.
>> DATO 1: EL ESCENARIO 2022
Fide afirma que el escenario base para 2022, indica un crecimiento económico en torno al 4,3%, una leve desaceleración de la inflación (a valores punta a punta diciembre 2022 en torno al 40%), un balance comercial superavitario y un deslizamiento cambiario algo por debajo del ritmo de los precios.
>> DATO 2: LAS DOS VELOCIDADES DE LA RECUPERACIÓN
“Un conjunto de políticas explica este nuevo impulso en la recuperación. En primer lugar, el régimen macroeconómico indica un elevado costo para veranear en el exterior. En segundo lugar, el plan de promoción de turismo local mediante el programa Pre-viaje ha funcionado con un incentivo extra. Según información oficial, el beneficio será utilizado por, al menos, dos millones trescientos mil turistas y por un monto que ya supera los 50.000 millones de pesos de comprobantes cargados. En tercer lugar, las medidas de sostenimiento de ingreso funcionan, a pesar del contexto inflacionario”, señala Fide.
Sin embargo, la recuperación tiene dos carriles, uno más rápido (industria y construcción) y otro más lento (el resto de los sectores. Detalla el think thank desarrollista que “para octubre los datos de actividad económica reportados por INDEC en el EMAE indican un crecimiento del 6,4% respecto a octubre de 2020. En la comparación contra el mismo mes de 2019, la economía se encuentra casi al mismo nivel, con una leve caída del 0,6%. En el acumulado, la actividad económica registra un aumento del 10,4% respecto al año anterior. Lo mejor continúan siendo la industria y la construcción. Bastante por detrás vienen las actividades de esparcimiento y consumo masivo, aún afectadas por la pandemia”.
Enfoca luego a la industria, sobre la que apunta que “la utilización de la capacidad instalada fue del 64,7% en octubre último, ubicándose 3 puntos por encima del mismo mes de 2020, 2,6 puntos por encima de octubre de 2019 y en igual nivel de actividad que ese mes de 2018. Esto se debió fundamentalmente a los aumentos de los niveles de utilización de Industrias metálicas básicas (+10,9 pp.), Minerales no metálicos (+6,4 pp.) y Textiles (+3,4 pp.)”.
Agrega que según los datos de ADEFA, “la producción del sector automotor registra un total de 46.490 unidades. Esto significó un 42,7% más que en el mismo mes de 2020 y un 72% más que en noviembre de 2019. En la comparación histórica, los niveles de producción se ubican en máximos desde 2016”.
Otra industria básica, como la de acero, también se mueve con rápidez: “Según el reporte de la Cámara Argentina del Acero (CAA), la manufactura de hierro primario creció en octubre un 45,22% respecto al mismo mes de 2020 y un 22% contra ese período de 2019. En términos de nivel de producción, se reportaron unas 326 mil toneladas de hierro primario y se mantiene en valores comparables con los máximos de 2018”.
La electricidad es otro parámetro relevante para analizar la fortaleza de la recuperación. Señala Fide que “para noviembre, el consumo de electricidad de grandes usuarios industriales reportado por CAMMESA muestra un crecimiento del 22,4% frente a ese mes de 2020 para el total de la industria (excluyendo ALUAR). Al desagregar por sectores, la industria manufacturera y la construcción llevan la delantera. Luego, la demanda de la industria de alimentos se encuentra más retrasada, con niveles de consumo energético equivalentes a los de la pre-pandemia”.
Por último, el trabajo recopila información sobre los despachos de cemento. “En noviembre, la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland informó despachos de cemento al mercado interno de 1,14 millones de toneladas. Esto significa un crecimiento del 4,6% en relación a noviembre 2020 y un 30,9% en relación a ese mes de 2019. Los valores de despacho de cemento se encuentran en máximos de los últimos años. A modo de ejemplo, el volumen comercializado en noviembre superó los niveles de ventas de cualquier mes de 2018 y ya se aproxima al techo de 2017”.
>> DATO 3: LA COMPETITIVIDAD DEL TIPO DE CAMBIO
El centro de estudios económicos xplica que “medido contra todos nuestros socios comerciales, el valor del tipo de cambio real multilateral actual es similar al de 2011. Asimismo, frente al dólar de EE.UU. la competitividad bilateral es similar a la de 2009”.
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