Hay pocos antecedentes en el ajedrez en los que un jugador haya barrido literalmente del tablero a un encumbrado contendiente. Son esos “accidentes” que ocurren de vez en cuando en cualquier deporte, como aquél histórico 7 a 1 que Alemania le propinó al dueño de casa, Brasil, en su Mundial de 2014.
Si se pudiera realizar un parangón entre una partida de ajedrez y un partido de fútbol, podría decirse que el triunfo del estadounidense Robert James Fischer sobre el ruso Mark Yevgenyevich Taimanov por 6 a 0 en 1971 es equivalente al papelón de la canarinha en el Mineirão.
Aquél encuentro ocurrió en Vancouver (Canadá), en los cuartos de final por el campeonato del mundo, cuando “Bobby” Fischer era una tromba imparable hacia el título máximo que por entonces ostentaba el ruso Boris Spassky, y a quien finalmente vencería en el mítico “Match del Siglo” en Rejkjavik en 1972.
Se han escrito miles de líneas sobre la proeza del genial ajedrecista estadounidense, quien en su derrotero hacia la cima del ajedrez propinaría otro 6 a 0 al danés Bent Larsen y derrotaría 6,5 a 2,5 a otro ruso y ex campeón mundial, Tigram Petrossian, hasta llegar a retar a Spassky.
Pero en esta oportunidad, la historia se centra en la figura del pobre de Mark Taimanov y el infierno que significó volver a la Unión Soviética después de la humillación fischeriana.
Su derrota fue considerada (casi) una traición a la patria. Tanto es así que el Estado dejó de pagarle su renta como gran maestro y hasta se le inició una causa judicial por el ingreso de unos pocos dólares que cobró por escribir un artículo en una revista holandesa. Se le prohibió hablar con la prensa, viajar al extranjero y hasta se le impidió participar en actos públicos. Era la “vergüenza” nacional.
Es que nadie en la ex Unión Soviética podía entender cómo un hijo dilecto de la Escuela de los Pioneros, discípulo del gran Mijail Botvinik (padre de la escuela soviética), pudiera haber sucumbido de la manera que lo hizo ante Fischer. Si bien en los pronósticos previos Taimanov no era favorito, ni el más pesimista imaginó que su caída pudiese ser tan estrepitosa.
Aunque, de hecho, sus colegas de la URSS lo habían despedido con humor cuando partió para Canadá: “Que gane el peor”. Sólo fue una expresión de deseo, los maestros rusos sabían que no tenía chances contra el gran Bobby.
VÍCTIMA DE BOBBY
La historia de Mark Taimanov es muy pintoresca. Vivió hasta los 90 años (falleció en 2016). Su caso es un muy particular ya que la naturaleza lo dotó con talento para la música y el ajedrez. Tuvo la oportunidad de cultivar en forma paralela estas dos actividades, ya que además de ser un reconocido gran maestro (estuvo en la élite del ajedrez por dos décadas y fue uno de los ajedrecistas que más veces participó en el Campeonato Soviético) también fue una pequeña celebridad con el piano, dando conciertos por toda Europa.
Cuando se le preguntaba qué hubiera pasado de haberse dedicado a una sola disciplina, Mark contestaba: “No sólo no hubiera sido mejor, sino que mi vida habría sido 100 veces menos interesante”. Viajó por el mundo y conoció a figuras como Winston Churchill o Fidel Castro. Siempre dijo que se consideraba amigo del Che Guevara, otro entusiasta del ajedrez.
Para sublimar la angustia que le provocó el “huracán Bobby”, Taimanov escribió el libro Cómo me convertí en víctima de Bobby Fischer. Allí cuenta todas las penurias que pasó, con un admirable sentido del humor.
Una de esas historias se refiere al fracaso de su primer matrimonio con la también eximia pianista Lyubov Bruk a causa de su caída ante Fischer. Pese a todo, Mark Yevgenyevich logró rehacer su vida. La Unión Soviética de a poco se fue olvidando del Brasil-Alemania de Vancouver y pudo volver a jugar torneos internacionales.
Se dio el gusto de ser dos veces campeón mundial senior (1993 y 1994). Como legado ajedrecístico creó varias líneas de apertura que llevan su nombre. Se casó cuatro veces y tuvo siete hijos. Con su última esposa tuvo gemelos, a los 78 años.
[DATOS] Taimanov nació el 7 de febrero de 1926, en Járkov, Ucrania. Murió el 28 de noviembre de 2016, en San Petersburgo, Rusia.
[BONUS TRACK] En el curso Aprendo Ajedrez en la UNC “De Peones a Reyes”, con el maestro internacional Guillermo Soppe analizamos los factores psicológicos en el match Fischer-Taimanov:
* Juan Carlos Carranza es periodista especializado en Ajedrez.
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