Su aventura como prófugo de la justicia duró poco menos de 24 horas en las que alcanzó a recorrer casi 200 kilómetros: desde barrio Colonia Lola, al suceder de la ciudad de Córdoba, hasta el kilómetro 109 de la ruta 38, donde el colectivo en el que iba camuflado como un pasajero fue detenido por la Policía Caminera.
La huida comenzó en la madrugada del sábado, luego de que el joven de 20 años acertara un disparo en el tórax de Sergio Suárez, un hombre de 28 años que, según las fuentes, compraba una dosis de cocaína en una esquina de ese barrio, cuando recibió el disparo mortal.
Suárez, a quien en la zona lo conocían como “Toto”, estaba con otros amigos. Con sus compinches regresaban del estadio Sargento Cabral, donde había actuado La Mona Jiménez. De camino, según trascendidos, se detuvieron en un “kiosco” ubicado en inmediaciones de José Aycardoz y Entre Ríos, para comprar dosis de cocaína. Eran casi las 6 de la mañana.
Mientras esperaban ser atendidos llegaron dos jóvenes. La secuencia no duró mucho: uno de ellos sacó un revólver, insultó a alguien, apuntó al grupo, disparó y huyeron.
El que cayó mal herido fue Suárez. Pero según los investigadores, que se basaron principalmente en las declaraciones de cuatro personas que presenciaron el crimen, el destinatario de la bala era otro.
“La bronca era con un hombre de 36 años, amigo de la víctima. Fue un ajuste de cuenta por problemas del barrio”, dijo a ENREDACCIÓN Diego Fernández, jefe de Homicidios de la Policía de Córdoba.
Problemas del barrio
“La bronca era con un hombre de 36 años, amigo de la víctima. Fue un ajuste de cuenta por problemas del barrio”, dijo a ENREDACCIÓN Diego Fernández, jefe de Homicidios de la Policía de Córdoba. El investigador señaló que ninguno de los involucrados está vinculado al mundo del microtráfico de drogas. “El ajuste no era por ese tema. Según parece, las relaciones eran malas y pocos días antes se había agarrado a las trompadas. Era a él a quien quiso matar”, sentenció.
Pese a que falló el tiro, el homicida no se quedó en el lugar para rematar a su objetivo, sino que escapó. El hombre de 36 años fue quien llevó hasta el hospital de Urgencias a Suárez, quien no pudo ser rescatado por los profesionales.
Cuando los investigadores comenzaron a trabajar en el caso, horas después, todos los testimonios apuntaban que vivía a tres cuadras de la esquina dónde fue el crimen.
“Nos llegó un dato de que podía estar huyendo hacía la Rioja, por eso montamos controles en la Ruta 38”, explicó el investigador de Homicidios. Efectivamente, a bordo de un colectivo Socasa, el sospechoso fue detenido ayer a la madrugada. Por alguna razón que no fue explicada, ni la Policía no la Fiscalía del Distrito II Turno 6, a cargo de Antonia De la Rúa, aportó datos sobre la identidad del acusado.
Por su parte, su cómplice aún no fue localizado.
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