“Capacitar el manejo de la tensión hace a tu cerebro, como el ejercicio con pesas del gimnasio beneficia al fisco, la repetición genera que el músculo sea más fuerte. Con el mindfulness, cuando hay distracción uno vuelve al enfoque. Eso mejora los circuitos para focalizar la atención”, explica el prestigioso psicólogo Daniel Goleman.
El autor del bestseller Inteligencia emocional, está presentando su nuevo libro Optimal. Cómo alcanzar la excelencia personal y laboral todos los días, donde explica por qué es la inteligencia emocional para atravesar de manera confortable y sin agotamiento la vida laboral. Lo escribió junto a Cary Cherniss, y con consejos, les habla tanto a jefes como empleados.
La meditación se encuentra entre los métodos recomendados, porque según Goleman, en el mundo actual hay muchas distracciones, entre las redes sociales, trabajos con fuerte carga horaria y el vertiginoso ritmo citadino. “Por eso, es más importante que nunca controlar nuestra tensión, para poder concentrarnos es lo que es importante en ese momento. Así alcanzamos un estado tranquilo, que es el mejor para trabajar”, señaló durante la conferencia de prensa para Latinoamérica a la que asistió ENREDACCIÓN.
QUEMADOS
“El estrés, que es la manera en que llegamos al burnout, es por la velocidad en la que vive la sociedad. Si siempre estamos estresados y no nos recuperamos, vamos hacia el agotamiento emocional, el estado previo al burnout, que es cuando decís ‘me rindo’”, señaló vía Zoom. En ese sentido, el especialista recomendó “recuperarse” garantizando en la agenda diaria actividades placenteras, como jugar con una mascota o salir a caminar. “Es cierto que hay tareas de la mañana a la noche, pero es necesario encontrar ese tiempo, no es un desperdicio”, aseguró.
También, explicó cómo la búsqueda extrema de la excelencia resulta contraproducente para los progresos personales y de una empresa. “El estado óptimo es el flujo, es un buen desempeño y la perfección no ayuda. El perfeccionista sólo ve el problema, no lo que va bien. Entonces, los líderes perfeccionistas sólo ven lo que sus empleados hacen mal y no celebran destrezas o fortalezas, rechazan a las personas por cómo son y no las ve como alguien que puede mejorar. No ayuda esa actitud ni para el desempeño ni para el liderazgo”, aclaró.
EL BUEN JEFE
“Los mejores líderes tienen inteligencia emocional”, aseveró a los periodistas presentes en la conferencia y continuó: “Para ser exitoso es más importante la inteligencia emocional que la racional. No solo basta con ser listos, es la inteligencia emocional la que permite destacarse. El estado emocional no es irrelevante para la toma de decisiones, al contario, para decidir hay que saber gestionar las emociones, y no se trata sólo de que la angustia no interfiera, sino que tampoco las emociones positivas, para poder manejar toda la información y tomar una buena decisión”.
El autor de Optimal reconoció que hay muchos gerentes sin inteligencia emocional por el mundo, entonces ENREDACCIÓN le preguntó por qué motivos. “Hay muchos factores por los que esa persona llegó a un puesto alto, tal vez por su capacidad, por amiguísimos. Tal vez tuvo buen desempeño por perfeccionista pero eso no lo convierte en un buen líder. Cada CEO debe estar enfocado en sus metas, así llegaron a ese lugar, pero si no tienen empatía serán horribles como líderes”, respondió.
No obstante, recomendó: “Lo que no hay que hacer es decirle al jefe que es un idiota. Lo primero que aconsejo es poder manejar las reacciones emocionales hacia ese líder. Uno debe tener un buen despeño aunque tenga un mal jefe, sin empatía. No puedes deshacerte del jefe ni manejar las situaciones externas, pero si puede resolverlo internamente”.
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