El DT de Atenas, Nicolás Casalánguida. Foto: La Liga Contenidos.
El equipo de barrio General Bustos le dijo adiós al torneo luego de la derrota en Córdoba por 74 a 71 con Regatas de Corrientes. A pesar de la eliminación en Octavos de Final, “el Griego” demostró que estuvo a la altura del Súper20 y dejó atrás las dudas por no poder contar con el plantel ideal. Ahora mira con más optimismo sus próximos pasos: desde diciembre La Liga Nacional, y a partir de enero de 2019, la Liga de las Américas.
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La inestabilidad del dólar y la crisis económica, que comenzó en el segundo trimestre del año, fueron un baldazo de agua fría en barrio General Bustos. Condicionado por esa realidad, la dirigencia tomó la decisión de no contar con un plantel basado en cuatro fichas extranjeras, y apostó todo a los pibes de la cantera. El DT Nicolás Casalánguida fue claro en ese sentido cuando comenzó el Súper20: “Tenemos los pies en la tierra, nuestro objetivo es afianzar el talento joven en la competencia y mejorar en este torneo”.
Los resultados hablan por sí solos. Contra todos los pronósticos, “el Griego” sorprendió a propios y ajenos llevándose el primer puesto del Grupo B, por sobre equipos fuertes como Quimsa y el propio Instituto. No sólo eso, sino que además le saco el 1 a su clásico rival, luego de ganarle los dos partidos que disputaron y romper el “maleficio” de ocho juegos sin poder ganarle.
La ilusión de seguir avanzando se encendió en los propios jugadores y en la hinchada, pero enfrente tuvo a un rival durísimo como Regatas. A pesar de haber dado el batacazo en Corrientes, los dos partidos siguientes de local (con gran concurrencia de público) no tuvieron la mejor versión colectiva y finalmente no pudo llevarse la serie de Octavos.
NO FUERON LOS MISMOS
Fernando Martina, uno de los internos del Griego. Foto: Prensa Atenas / La Liga Contenidos.
La responsabilidad que tenían los jugadores mayores del plantel no fue la esperada, ya que ninguno tuvo un gran rendimiento en el torneo, pero sobre todo en la serie de Octavos. El más flojo fue el experimentado Juan Fernández Chávez, con un promedio de 5,3 puntos en 25 minutos por juego, lanzando un 25% de cancha y un bajísimo 29% de triples. En cambio el capitán Nicolás Romano fue el más rendidor con 13,4 puntos por partido, pero no estuvo acompañado por otra figura anotadora, siendo así el máximo anotador del equipo en el certamen.
Mucho tuvo que ver el bajo rendimiento del extranjero Larry O´Bannon, que llegó a mitad de la fase de grupos para reforzar justamente el costado ofensivo. Sus números estuvieron muy por debajo de su rendimiento en Hispano de Río Gallegos en La Liga Nacional pasada. El estadounidense promedió en este torneo 11 puntos en 25 minutos de acción, intentando una media de 7 intentos al aro por partido. Mientras que en Hispano Americano promedió un total de 18,3 puntos en 31 minutos por juego, con una media de 12,1 lanzamientos por encuentro.
HAY CANTERA
El escolta Mateo Chiarini. Foto: La Liga Contenidos.
Quienes tuvieron un salto de calidad en este torneo fueron los juveniles del plantel. El más destacado fue el cordobés Franco Baralle con un promedio general de 10,7 puntos en 27 minutos de acción, además fue el máximo asistidor del equipo con 3,2 asistencias y un 42% de triples. Otro que mejoró en comparación con la temporada anterior fue Mateo Chiarini, ya que de anotar 3,3 puntos en la temporada pasada, en el Súper20 termino con un promedio de 8,2 unidades.
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