El 23 de diciembre se hizo el lanzamiento formal de lo que será el Operativo Verano 2018. El acto central fue en Mina Clavero, con la presencia del Ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santo, acompañado por el Secretario de la Agencia Córdoba Turismo, Julio Bañuelos.
En ese momento se anunció lo que ya se sabía por otros medios, y es que entre la dotación que dispondrá la Policía para controlar la seguridad de la geografía cordobesa, se recurrirá a un número importante de cadetes que están realizando su cursado en la Escuela de Policía.
La presencia de estos jóvenes -que en rigor aún no son policías- es presentada como una “oportunidad” para que vayan haciendo sus primeras prácticas en una profesión que exige mucha preparación y también mucha calle.
Ante la confirmación de la noticia, desde la UPPAC, el gremio que nuclea a policías y penitenciarios en actividad y también retirados, formularon una queja formal ante el jefe de policía Gustavo Vélez, al señalar que los cadetes “cuentan con un Estado Policial relativo”.
Esta diferenciación, que podría considerarse teórica o burocrática, en la práctica parece implicar una disyuntiva fundamental, al menos según lo que se plantea en una nota del gremio ingresada a la Jefatura Policial el martes último.
La cobertura de seguro con la que cuentan los cadetes es para el interior de la Escuela y no para el servicio público”, sostienen desde el gremio policial.
En ese texto, el secretario de Prensa del gremio, Luis Pedernera sostiene que “la cobertura de seguro con la que cuentan los cadetes es para el interior de la Escuela y no para el servicio público”.
Señala también que la prestación de este servicio en la vía pública y en puntos turísticos de la provincia “no puede considerarse que sean funciones de aprendizaje”.
RIESGO DE VIDA
El fundamento que aporta el gremio es que “visten uniforme policial, sin portación de armamento”, señalando que “para la delincuencia es un policía más, sin interesarle si es o no es cadente, si tiene o no estado policial”. Por eso concluye que someter a estos chicos a un trabajo como el que se les asigna aún antes de haber culminado su preparación es ponerlos “bajo un alto riesgo de perder la vida”.
Algo similar sostiene René Zabala, secretario general de UPPAC, quien señala que “asignar a estos muchachos a puntos críticos de nuestras sierras es un acto de irresponsabilidad por parte de las autoridades políticas y policiales”.
Para la delincuencia es un policía más, sin interesarle si es o no es cadente, si tiene o no estado policial”, apunta René Zabala, del gremio policial.
El Operativo Verano ya está en marcha, y efectivamente en localidades turísticas como Villa Carlos Paz se pueden ver a policías muy jóvenes y desarmados cubriendo sectores estratégicos. “Esos chicos están a la merced de cualquiera, porque no están preparados para resolver una situación crítica, ni siquiera para poner a resguardo su propia vida”, puntualizó el dirigente gremial.
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