El gobierno anunció este miércoles la puesta en marcha de la política de “desregulación del mercado aerocomercial”, que habilita la participación de empresas extranjeras en el mercado de vuelos domésticos y perjudica el desarrollo de Aerolíneas Argentina, la conectividad de mercados de baja densidad, y la seguridad aérea. Con ese fin se publicaron tres decretos en el boletín oficial, que llevan a la práctica una serie de medidas, muchas de ellas ya dictadas a través del DNU 70/2023. De la conferencia de prensa participó en ministro Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
Por su parte, el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, señaló que “este gobierno está rifando absolutamente toda nuestra soberanía” y la política de Cielos Abiertos que se está implementando “es una desregulación total del sistema aerocomercial que no funciona en ningún lugar del mundo”.
El nuevo régimen de funcionamiento del sector aerocomercial esquiva la decisión del Congreso de no privatizar Aerolíneas Argentinas. Su aplicación obligará a la empresa estatal a ceder rutas de vuelo, espacios y prioridades en los aeropuertos. La medida tiene dos beneficiarios de arranque: Flybondi y Jet Smart, que ya operan en el mercado local y ahora podrán hacerlo con mayores ventajas operativas. También beneficiará a compañías de otros países.
Según se informó, las compañías que vuelan en países con tránsito aéreo con Argentina, a partir de un memorando bilateral de cielos abiertos podrán tener acceso ilimitado al mercado doméstico.
Sturzenegger explicó los cuatro aspectos fundamentales de la desregulación, que son:
– La eliminación de las bandas de precios, que fijaban precios mínimos para los pasajes;
– La eliminación de las restricciones de acceso de compañías a nuevas rutas de vuelo;
– La eliminación de las reservas de rutas para Aerolíneas Argentinas;
– No más discriminación en la prestación de servicios esenciales en aeropuertos.
En declaraciones formuladas a la radio El Destape, Biró indicó que “si no controlan los aeródromos eso es la apertura a un Estado narco” y remarcó que “se desregulan las tarifas para poder rebajar pasajes, hacerte quebrar y después que lo logran, los suben”.
En ese sentido recordó que “el avión que llevó a Chapecoense y se cayó por no cargar nafta tenía los papeles al día. Pero transformaron los controles en un sello de goma” e insistió en que “con Cielos Abiertos te dicen que hay reciprocidad, pero si no tenés la capacidad esa reciprocidad no existe”.
Advirtió que “entre los riesgos, está la seguridad”. Puso como ejemplo a los Estados Unidos, uno de los países con más movimiento aerocomercial del mundo, donde “no está desregulado el sistema aerocomercial. Cualquier cosa es un trámite engorroso porque se garantizan que sea serio”.
Apuntó luego que “el negocio aerocomercial ya se transformó en un negocio financiero” y señaló que “donde hay desregulación le venden el mismo pasaje a 10 personas distintas. Laburan la guita y le cobraron a todos”.
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