Casi trece años después de que sucediera el crimen, el 26 de noviembre de 2006, el fiscal Luis Pizarro, dio por cerrada la etapa de instrucción y presentó el requerimiento de elevación a juicio del caso en el que se investiga la muerte de Nora Dalmasso. El principal acusado es el viudo, Marcelo Macarrón.
Dalmasso de 51 años, apareció muerta en su casa del barrio Villa Golf, en Río Cuarto. Macarrón, un reconocido traumatólogo de esa ciudad, jugaba al golf en Punta del Este al momento del asesinato. La hija de ambos estaba en Estados Unidos. Y el hijo, de 20 años, se encontraba en la ciudad de Córdoba. El cuerpo estaba semidesnudo y ahorcado sobre la cama de su hija. Fue hallado por un vecino.
Pizarro, pidió la elevación a juicio oral de la causa y el viudo es acusado de ser el autor intelectual del crimen. La defensa tiene tres días para elevar su posición frente al requerimiento -puede rechazarlo o aceptarlo- y será la jueza de control Luciana Alba la que finalmente resolverá sobre el destino del expediente.
De acuerdo a la hipótesis del fiscal, que se conoció el año pasado, Macarrón habría encargado el asesinato de su esposa en el marco de una disputa que habría sido por intereses económicos y desavenencias matrimoniales. Por eso ahora, lo acusa de ser responsable de homicidio calificado por vínculo, alevosía y por precio o promesa remuneratoria. Es decir, que habría contratado al asesino. Por el momento, no hay ningún acusado de ejecutar materialmente el crimen.
El fiscal que dirigió la investigación antes de Pizarro, Daniel Miralles, consideraba que Macarrón había estado en la escena del crimen en base al hallazgo de su semen en el cuerpo de la víctima.
A partir de la caratula del requerimiento de elevación a juicio, Pizarro cree que el viudo planificó el crimen y creó una coartada para no quedar involucrado, esto es, viajar a Punta del Este para participar de un torneo de golf.
Según los médicos forenses que intervinieron, la mujer murió asfixiada por estrangulamiento y desde el comienzo de la instrucción se siguieron distintas pistas: desde un crimen durante un juego sexual, un abuso sexual seguido de muerte, femicidio y asesinato por encargo.
A lo largo del proceso fueron imputados y luego sobreseídos el pintor Gastón Zárate y el hijo Facundo Macarrón.