“Jamás me pongo nervioso cuando juego al rugby, nunca me pasa. Desde los 6 años cuando comencé a jugar en el Club (el club es el Carlos Paz Rugby) ni ahora que estoy en el plantel de la selección de Croacia”. Quien habla, con el mismo tono pausado de siempre, es Damir Conci Sprljan (18 años). La entrevista se realizó el viernes, mientras se encontraba en Zagreb, en la concentración del equipo nacional de Croacia, que enfrentó este fin de semana a Israel por la Liga de Rugby de Europa (triunfo croata por 39-10).
Damir repasa estos días de ensueño en los que el deporte que eligió desde chico le ha permitido llegar a la tierra de sus abuelos maternos y cerrar el círculo que miles y miles de inmigrantes se imaginaron: que sus descendientes conocieran su tierra de origen. En eso anda Damir, gozando del afecto de sus familiares recién conocidos y tratando de adaptarse a su nueva vida. En poco más de un mes, cambió el azul y blanco de los “Coyotes” del Carlos Paz Rugby por el celeste-azul-blanco que identifica a su nuevo club, Zagreb Rugby y el mundialmente conocido uniforme rojo y blanco a cuadros con el que se presentan todos los equipos nacionales de Croacia.
“¿Por qué estoy aquí? Porque me enteré por Facebook que Croacia buscaba jugadores nacionalizados para integrar su selección y cuando comencé a buscar más precisiones por Internet me enteré que había un antecedente muy bueno. Un jugador de El Tala, Martín Altamirano, había jugado para la selección nacional en 2017 y, al igual que yo, tenía la doble nacionalidad porque sus abuelos eran croatas. Así comenzaron los contactos hasta que se produjo la invitación formal para sumarme al Zagreb Rugby. Llegué muy cerca de la época cuando se decidía el planten del seleccionado y tuve la suerte de ser nominado”, cuenta a ENREDACCIÓN.
“En los primeros días de mi llegada tuve que cumplir con diversas pruebas y exámenes para terminar con los trámites de la ciudadanía. Pero, debo admitirlo, desde que llegué, no he dejado de recibir muestras de afecto y respeto. Fue muy bueno conocer a mis parientes que son muchos y están desparramados en toda la geografía del país, porque me ayudan a no extrañar tanto. De mis nuevos compañeros sólo puedo decir que el trato que he recibido ha sido reconfortante. Me han integrado al grupo y como soy el más chico, creo que me cuidan más. Mis nuevos compañeros son enormes, en todo el sentido de la palabra.”
¿Cómo fue el debut en tu nuevo equipo?
Cuando debuté en el Zagreb Rugby pensé: “Esta es una nueva experiencia y ya veré si es para bien o no”. Estaba tranquilo porque yo nunca me pongo nervioso. Siempre tuve ansiedad antes de jugar, pero nunca nervios. No me pregunten por qué, pero es así desde que empezar a jugar en el club. Jugamos contra el Nada Split, uno de los equipos más importantes y parece ser que esa ansiedad por jugar se transformó en energía positiva. Me fue bien, jugué de 12, hice un try y convertí un penal y eso comenzó a hacer ruido para que después tuviera una chance de integrar el seleccionado como finalmente sucedió.
¿Y el debut en el seleccionado?
Uhh, fue tremendo. Desde que me dieron la noticia me agarró una ansiedad más grande de lo normal. Las noches que estuvimos en Inglaterra esperando el partido con el seleccionado de Oxford no pude dormir. Tenía tantas ganas de entrar, tantas ganas de jugar que la espera por el partido se hizo eterna. Ya en la cancha, y cuando en el segundo tiempo el técnico decidió que ingresara me puse loco de la cabeza, era un momento único. Esta vez jugué de tercera línea, metí un par de tackles, agarré un par de pelotas y me sentí muy bien. Fue un excelente inició con la selección.
LA DEUDA
Cuando surge la pregunta, la respuesta es automática. ¿Qué te faltó hacer en el Carlos Paz Rugby? “Jugar en primera”, contesta, sin dudar, Damir. “En el club pase los mejores años de mi infancia y mi juventud, allí me formé y espero saldar esa deuda algún día”.
EL NUEVO ESCENARIO
Al hablar del rugby que se juega en Croacia, Damir es concluyente: “Es muy duro, más de lo que me suponía. Los forwards son enormes y hay mucho roce”.