Elegir entre casa o departamento genera muchas dudas cuando pensamos invertir en una vivienda propia. No solo es cuestión de gustos; hay que considerar el bolsillo, lo que necesitamos hoy y lo que queremos para mañana. Cada opción tiene sus ventajas y desventajas que merecen analizarse con calma.
Para empezar a buscar, podés revisar portales donde se comparan distintas viviendas, como Argenprop, y ver qué ofrece el mercado inmobiliario argentino. Navegar por ahí te da un panorama de precios, características y zonas antes de animarte a comprar.
Qué tener en cuenta para decidir
Tu familia y cómo vivís
El lugar donde vivimos dice mucho de nosotros. Los departamentos suelen ser ideales para quien vive solo, en pareja o tiene una familia chica y busca practicidad más que espacio. Las casas, con más metros cuadrados, funcionan mejor para familias grandes.
La vida cotidiana termina definiendo el espacio que necesitamos, más allá de cualquier consejo teórico. No es la misma situación la de una familia que espera su segundo hijo y desea adoptar una mascota (como un perro grande), que la de una persona sola que trabaja mucho afuera y sólo necesita la vivienda para dormir por las noches.
Dónde queda y cómo llegar
¿Funcionará mejor un lugar pequeño pero céntrico o es necesario que sea grande, pero puede ser más lejos? Este dilema aparece siempre. Los departamentos suelen estar en zonas que tienen más servicios: negocios, colegios y transporte público. Las casas, aunque a veces más alejadas, dan tranquilidad y espacio, además de ambientes más silenciosos y tranquilos.
Hay barrios que ofrecen distintos tipos de propiedades y a su vez alta disponibilidad de servicios, aunque en esos casos el precio suele ser más elevado. Pero esta mezcla muestra cómo cada barrio tiene su balance entre lo urbano y la calidad de vida, algo que tenés que evaluar según tu rutina diaria.
El dinero: factor clave
Costos iniciales y posteriores
La primera gran diferencia está en el costo. Los departamentos, sobre todo los más pequeños, suelen ser más económicos a la hora de ingresar. Pero vienen con expensas todos los meses que no se pueden evitar. Las casas requieren -en general- una mayor inversión inicial, pero después se pueden manejar los gastos de mantenimiento con más flexibilidad.
Cuando se miran las propiedades en venta, esta diferencia de precios salta a la vista, pero también varían según el tipo de propiedad y la zona.
Pensando a futuro
También importa pensar a largo plazo. En la mayoría de las casas se pueden realizar ampliaciones y cambios cuando la familia crece o las necesidades cambian. Los departamentos, aunque más limitados para modificar, pueden valer más con el tiempo en zonas que están creciendo. Una compra actual en un barrio que se está valorizando, puede resultar en un gran negocio a futuro. En ese sentido, el hecho de que la propiedad sea para vivienda a largo plazo o sólo temporalmente -con vistas a venderla o alquilarla a futuro y mudarse a otro lado- ayuda mucho a definir qué propiedad comprar ahora.
¿Cuándo conviene cada opción?
Un departamento es mejor cuando:
-Estás empezando a vivir solo.
-Te preocupa mucho la seguridad.
-No querés ocuparte de arreglos y mantenimiento.
-Es tu primera inversión en propiedades.
Una casa tiene más sentido cuando:
-Tenés o pensás tener una familia que piensa crecer.
-Valorás mucho tu privacidad.
-Necesitás espacio extra para hobbies o trabajo.
-Buscás invertir a largo plazo con posibilidad de expandir.
Es importante considerar que no existe la vivienda perfecta en general, sino la que se adapta a quien la habita.
Si surgen dudas, es clave tomarse el tiempo necesario para pensar cada detalle. Al final, la mejor elección no será la propiedad más cara o más grande, sino la que encaje naturalmente con tu vida, tus necesidades y tu bolsillo.
—
SUSCRIBITE A DOSSIER360.
HACETE SOCIO DE ENREDACCIÓN.
RECIBÍ EL NEWSLETTER DE ENREDACCIÓN EN TU E-MAIL.
CONTACTO CON LA REDACCIÓN DE ENREDACCIÓN.
