La diputada nacional Elisa Carrió pasó el fin de semana largo en La Cumbre y después recorrió varios puntos de la provincia. Primero, al borde del lago San Roque, firmó el rechazo a la construcción de la Autovía de Punilla, una obra que impulsa el gobernador Juan Schiaretti, y rechazan los vecinos porque afectará en la mayor parte de recorrido al bosque nativo. Ayer, en Jesús María, antes de una reunión con productores y empresarios Pymes, le disparó a los gobernadores peronistas y al cordobés en particular, que intentan negociar el ajuste puertas adentro, para evitar las esquirlas sociales que implicará el ajuste del FMI. Carrió es una socia fundamental de Cambiemos, una especie de garante del programa anti-populista. Quizá más que el propio presidente Mauricio Macri.
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Desplegó vía Twitter todo su arsenal, como una diva. Ayer, en un restaurante, se sacó una foto frente al bife de chorizo que había pedido, y escribió: “Que bife de chorizo más chistoso”. Arrobó a Marco Peña y a su amigo y “único jefe” Mario Negri. Lilita dice que sus frases contra los radicales son humoradas. Al rato, posteó una segunda imagen: una propina de 100 pesos y el texto: “me reivindico con la propina de La Plata”. Es que la semana pasada le pidió a la clase media y los sectores más acomodados que ayuden a superar la crisis dando changas y propinas, y en el primer bar que pisó, dejó 5 pesos de propina. Ayer también anunció que se reconciliaba con el radicalismo luego que el legislador provincial por el departamento Totoral, Carlos Ciprián (UCR) le regaló un cabrito. Dijo inmediatamente: “Entre unos que me putean y otro que me regala un chivo, me quedo con el que me regala un chivo”.
El libreto de la diputada nacional es movilizar a la opinión pública contra los gobernadores del PJ para que no intenten sacar los pies del plato del acuerdo con el FMI que requerirá un ajuste “impopular”. Forma parte de un acuerdo más amplio con el presidente. No alcanza con el modo ejercitado hasta ahora, se requiere un compromiso mayor. La estrategia del PJ dialoguista ha sido no comprometerse en público y “negociar” obras y recursos hasta el borde del tratamiento de las iniciativas oficiales en el Congreso y apoyar en nombre de “la gobernabilidad”, es decir, de manera funcional, pero no política. Lilita también ordenó a la tropa propia, al núcleo social que vota a Cambiemos: no le pedían a Cristina y ahora le reclaman al gobierno nacional. Y a los gobernadores los obliga a dar la cara por los acuerdos con el FMI: quieren obras, aprueben el presupuesto. Fiel a su estilo, Carrió fue salvaje y no tuvo miramientos.
Lilita también ordenó a la tropa propia, al núcleo social que vota a Cambiemos: no le pedían a Cristina y ahora le reclaman al gobierno nacional. Y a los gobernadores los obliga a dar la cara por los acuerdos con el FMI: quieren obras, aprueben el presupuesto. Fiel a su estilo, Carrió fue salvaje y no tuvo miramientos.
Con sus lentes marca registrada disparó directo al corazón de Schiaretti y los gobernadores del PJ:
-“Schiaretti tiene que apoyar porque si no, no tiene obras. No hay bancarrota del país porque podemos seguir trabajando con el presupuesto del año anterior”. El gobernador cordobés había dicho que la responsabilidad de que el país no se desbarranque es del gobierno nacional y que no habían sido consultados para pedir ayuda al FMI.
-“Si Córdoba quiere hacer una obra que no está presupuestada y quiere que la haga la Nación, tiene que estar en el presupuesto. A Schiaretti no es que no lo quiero, pero si no aprueban el Presupuesto, sigue el presupuesto del año anterior y seguirán las obras plurianuales, las rutas y los mismos gastos. Las provincias que quieran hacer nuevas obras tienen que firmar el Presupuesto nacional, entre ellas Córdoba”.
-“¿Por qué nadie fue tan ‘machito’ para ir a reclamarle a Cristina, que le robaba todos los días la coparticipación? Hay mucha equidad con los gobernadores al lado de Cristina. Lamento que no le hayan pedido nunca a Cristina lo que le piden hoy al Gobierno nacional”, dijo en dirección al universo de mandatarios provinciales.
¿Por qué nadie fue tan ‘machito’ para ir a reclamarle a Cristina, que le robaba todos los días la coparticipación? Hay mucha equidad con los gobernadores al lado de Cristina. Lamento que no le hayan pedido nunca a Cristina lo que le piden hoy al Gobierno nacional”
LA RESPUESTA DE VIGO
Que hable la diputada nacional, Alejandra Vigo en nombre del gobierno provincial es una señal de Schiaretti. Fue evaluado por los equipos de comunicación y se evaluó que tensaba demasiado la negociación que fuera el propio gobernador el que respondiera. Además quiso ponerla un escalón más abajo de Macri y de él mismo.
Vigo respondió con dureza a través de Cadena 3:
-“Creo que esto fue un chantaje por parte de la diputada Carrió. Vino a chantajear directamente a los cordobeses. Creo que es un gran apriete el que acaba de hacer”.
Creo que esto fue un chantaje por parte de la diputada Carrió. Vino a chantajear directamente a los cordobeses. Creo que es un gran apriete el que acaba de hacer”.
-“Carrió aún usa esos métodos de la dictadura con la que creo que estuvo relacionada hace tiempo”.
-“Vino a decir que si el Gobierno no hace tal cosa, no recibe del Gobierno nacional lo que además no recibió hasta el momento”. El gobierno nacional adeuda los aportes para la construcción de la avenida de Circunvalación aún.
-“Son afirmaciones terribles las que hizo. Si hubo una provincia que siempre se enfrentó al Gobierno de Cristina de Kirchner, fue Córdoba. Esos dichos brutales y poco felices son resabios de lo que ella representa”.
-“La diputada dejó de ser provinciana hace tiempo porque sigue defendiendo los privilegios de una Argentina que demanda mayor equilibrio como es este reclamo del Gobierno de Córdoba y la mayoría de los argentinos solicitamos, que el Gobierno nacional equilibre de forma más justa”.
-“El presupuesto nacional que votaremos -y espero que la diputada esté para debatirlo- es importante ya que hay que destacar que el boleto en Córdoba sale 18 pesos y hay 1.300 millones de pesos en subsidios que la Provincia aporta; mientras que en Buenos Aires tiene un costo de 11 pesos y a eso se suman los beneficios de la tarjeta Sube”.
-“Los dichos de Carrió ofenden a los cordobeses. Provocan y son irresponsables”.
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