La Organización de las Naciones Unidas y los gobiernos de Estados Unidos y de la Argentina establecieron este lunes un acuerdo para profundizar la lucha contra el narcotráfico y la corrupción asociada a ese flagelo en la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.
El convenio, de tres años de duración, se selló en la sede del Ministerio Público Fiscal de la Nación, en presencia de jueces y fiscales federales y funcionarios, entre ellos el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.
“La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) para la Región Andina y el Cono Sur, la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y el Gobierno de la República Argentina anunciaron una nueva alianza para fortalecer el control de precursores químicos, la interdicción de drogas ilícitas (con énfasis en drogas sintéticas y nuevas sustancias psicoactivas (NSP)) y la respuesta de la justicia penal al narcotráfico y la corrupción asociada a este fenómeno en el país”, indicó la Unodc en un comunicado.
Este proyecto, “tendrá foco en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la provincia de Buenos Aires y la provincia de Santa Fe”, es “el primero diseñado por la Organización exclusivamente para Argentina y tendrá una duración de tres años”.
“La iniciativa impactará, principalmente, a funcionarios de fiscalías y juzgados, al personal civil de ministerios de seguridad, y al personal y funcionarios aduaneros de las áreas antidrogas”, agregó la información.
La representante regional de Unodc, Candice Welsch, dijo que “cada vez más urge una acción coordinada entre países del Cono Sur para abordar, de manera eficaz, la problemática de las drogas ilícitas”.
Agregó que “este proyecto es símbolo de la articulación entre Estados para afrontar los retos del narcotráfico y de las economías ilegales, por lo que quiero dar un especial agradecimiento al Gobierno argentino y al Gobierno de los Estados Unidos”.
“Las drogas sintéticas presentan un desafío para la seguridad y la salud pública. A diferencia de la fabricación ilícita de drogas derivadas de plantas, como la cocaína y la heroína, que está restringida geográficamente, la elaboración de drogas sintéticas puede ocurrir en cualquier lugar, dependiendo de las habilidades delictivas y de la posibilidad que estos grupos criminales accedan a los precursores químicos necesarios para su fabricación”, advirtió la Unodc.
Según la Evaluación Global de Drogas Sintéticas de 2020, aunque el tráfico de éxtasis hacia América Central, el Caribe y Sudamérica procede, principalmente, de Europa occidental y meridional, “algunos países de la región han notificado la fabricación de éxtasis”, alertó.
A la vez “de acuerdo con el último Informe Mundial sobre Drogas de 2022, se reportaron un total de 1.127 (NSP) en el mundo hasta diciembre de 2021. Una tendencia en la región es la aparición de papeles (“estampillas”) impregnados con diversas NSP con efectos alucinógenos que, en muchos casos, se venden como LSD”.
Varios países de la región registraron recientemente la aparición de la “cocaína rosa”, una droga que suele contener 2C-B, una sustancia psicodélica, y, en algunos casos, también, ketamina, cocaína, MDMA (éxtasis) o una serie de NSP, añadió la Unodc.
En algunos países de la región, se descubrió que lo que se vende como “cocaína rosa” no contiene 2C-B sino, directamente, otras sustancias, como las mencionadas previamente. Hasta 2020, en la región, Brasil y Chile son los dos países que más NSP reportaron, seguido por Argentina, se explicó.
> Con información de TÉLAM.