(Por Pablo Tissera *). La alianza entre el sector pyme y la economía solidaria es estratégica para quienes venimos dando el debate sobre el impacto negativo que tiene la monopolización y oligopolización de la producción de alimentos en nuestro país, pero hablo de impacto no sólo en términos económicos, lo digo también en materia sociolaboral, sanitaria y medio ambiental.
De acuerdo a datos brindados por FECOFE, Federación de Cooperativas Federadas, en el país tenemos 8 mil productores cooperativos, que junto a trabajadores/as de la agricultura familiar, movimientos campesinos, entre otros, podrían abastecer de alimentos sanos y baratos a gran parte de la ciudadanía nacional. Y si a esta alianza le sumamos la articulación con las pymes nacionales se puede producir para todas y todos los argentinos.
Con la filosofía de comenzar a diseñar el precio desde la tierra, con el control por parte del Estado en cada eslabón de la cadena productiva teniendo como máxima la participación empresarial del mismo, se podrían desterrar los abusos de los formadores de precios, y así, la inflación dejaría de ser una de las principales preocupaciones de la ciudadanía.
El Estado debe ser promotor de una manera alternativa de entender el modelo de producción y acumulación que no sea premiando la voracidad capitalista cuyo único objetivo es la maximización de ganancias.
El gobierno nacional ya viene trabajando con la Mesa Agroalimentaria Argentina en este sentido, ¿de qué manera? Articulando políticas que den respuestas a la crisis alimentaria de nuestro país; Garantizando el abastecimiento de alimentos de calidad, a precios justos bajo un modelo agrario que garantice y construya soberanía alimentaria; Favoreciendo el desarrollo de los mercados de cercanía, que en este contexto de crisis se ve beneficiado, acercando la relación directa productor/consumidor quitando intermediarios en las Cadenas de valor, mejorando así las condiciones tanto para productores como para consumidores.
En fin, estos hechos ponen luz sobre los dos modelos en pugna, o es el Mercado que rige la economía en la que sobreviven los más fuertes, concentrándose, monopolizandosé u oligopolizandosé, sin ningún tipo de regulaciones, o es el Estado que interviene, que regula, que participa, que controla cada eslabón de la cadena de producción desde el productor hasta el consumidor, poniendo límites al Mercado, favoreciendo así el trabajo, la producción y el desarrollo local, fortaleciendo el mercado interno, ayudando a gestar precios populares accesibles al bolsillo de las y los argentinos.
Quienes militamos por la profundización del proyecto nacional y popular en pos de una sociedad soberana, justa e igualitaria, pregonamos el consumo con sentido responsable y solidario, haciendo hincapié en el rol protagónico que debe cumplir la economía social, solidaria, popular y pyme.
Compañeros y compañeras, cambiar el modelo dominante de producción, distribución y consumo no solamente es necesario sino imprescindible tanto para nuestra generación como para las generaciones venideras.
* Pablo Tissera es dirigente Cooperativista, secretario Gral. Psol Córdoba y fue candidato a diputado nacional del Frente de Todos (2021).
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