El macrismo quedó en soledad dentro de Cambiemos frente al quiebre institucional ocurrido en Bolivia. El gobierno no habló de “golpe de Estado”, mientras que la UCR y el peronista Miguel Ángel Pichetto se expresaron en línea con la existencia de un quiebre institucional en el país vecino.
De este modo, sólo el presidente Mauricio Macri y su partido, el PRO, se han mantenido en la posición de no reconocer la injerencia cívico, policial y militar en el proceso institucional ocurrido en Bolivia. Tanto la UCR, como el principal dirigente peronista de la coalición oficialista nacional, plantearon la existencia de una interrupción del Estado de Derecho.
En política exterior, la administración Macri se sumó activamente al grupo de Lima y se alineó allí con Estados Unidos, Brasil, y Colombia. El grupo de Lima se guía por las políticas impulsadas por Estados Unidos y su presidente Donald Trump en la región, que tienen como objetivo tratar de impedir el desarrollo de gobiernos populistas y de izquierda, alejando al país de sus tradicionales políticas de no intervención en asuntos de otros países; procuran evitar el acercamiento económico y político con China; y promueven la apertura de mercados y el libre flujo de capitales financieros. En esa línea, es que, por ejemplo, Macri reconoció al golpista venezolano, Juan Guaidó, que intentó derrocar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Para el caso boliviano, la Cancillería Argentina emitió ayer un comunicado donde afirma que “ante la inestabilidad política vivida por Bolivia tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, el Gobierno argentino toma nota del informe preliminar de la misión electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuya auditoría confirma las denuncias de irregularidades del proceso de escrutinio y recomienda la realización de nuevas elecciones”.
Agrega que “el Gobierno argentino entiende ineludible la decisión del Gobierno boliviano de convocar nuevas elecciones y, para ello, renovar con transparencia la integración del Tribunal Electoral”.
Puntualiza que “Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos solicitaron desde un principio que se investigaran las anomalías denunciadas el mismo 20 de octubre, día en que tuvieron lugar las elecciones, y apoyó la auditoría de la OEA cuyo informe preliminar se conoció este domingo 10 de noviembre”.
Finalmente dice que “el Gobierno argentino espera que las nuevas elecciones a realizarse cuenten con todas las garantías de libertad y transparencia para que se pueda conocer sin distorsiones de ningún tipo la verdadera voz y voluntad del pueblo boliviano”.
En tanto, el comité nacional de la UCR, que presidente el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, se manifestó por “cuidar la democracia en el continente” y, en ese sentido, expresó que “implica un esfuerzo por calificarla. ¡No a las trampas!, ¡No a las injerencias externas!, ¡No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica. Llamamos a la paz social y a elecciones libres y transparentes”.
¡No a las trampas!, ¡No a las injerencias externas!, ¡No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica. Llamamos a la paz social y a elecciones libres y transparentes”.
Precisa que “América Latina está viviendo jornadas particularmente convulsas. Hoy (por ayer) recibimos noticias de Bolivia, que dan cuenta de una sucesión de hechos preocupantes. Entre ellas, la renuncia del Presidente Evo Morales, en medio de un clima de agitación”.
Índica que “el continente necesita recuperar la normalidad institucional, en base a una observancia estricta de los procesos electorales” y expresa que “no es justo someter a las sociedades al agobio, por una vocación de perpetuidad ilegal. Las autoridades electas en cada comicio deben gozar de la legitimidad que da la limpieza en dichos procesos”.
Señala luego que “el cuidado en los procesos, el respeto a la división de poderes, las reglas de equidad en la competencia política son el fundamento de la convivencia cívica. Las tensiones deben resolverse en su marco legal sin injerencias ajenas al poder civil”, en referencia a la intervención policial y militar contra el ex presidente Morales.
Repudio absoluto al golpe de Estado y preocupación por la situación que vive Bolivia. La salida siempre es dentro de las instituciones de la democracia.
— Ricardo Alfonsín (@RICALFONSIN) November 11, 2019
Otro que intervino con una posición disonante del gobierno nacional, fue el ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, el peronista Miguel Ángel Pichetto. El senador apuntó que “no voy a hacer definiciones. Desde el punto de vista técnico, implica que hay un quiebre en el sistema institucional porque el mandato de Morales vencía el 10 de diciembre”.
“Desde el punto de vista técnico, implica que hay un quiebre en el sistema institucional porque el mandato de Morales vencía el 10 de diciembre” (Miguel Ángel Pichetto).
Pichetto explicó por último que “también existen algunos componentes que hay que analizar en la raíz del problema. Evo Morales había modificado la Constitución y le había puesto límites a su reelección. Hubo un plebiscito que perdió, le buscó la vuelta con la Corte, que lo homologó como candidato y es cierto que después hubo actores que se presentaron (a los comicios -en relación a Carlos Mesa-)”.