El fiscal federal Ramiro González solicitó la indagatoria del expresidente Alberto Fernández por los delitos de lesiones y coacciones que habrían tenido como víctima a la ex primera dama Fabiola Yáñez.
La fiscalía planteó que Fernández debe ser indagado por el juez federal Julián Ercolini por dos lesiones leves doblemente agravadas por ser cometidas mediante violencia de género y contra su entonces pareja; una lesión grave por el debilitamiento permanente de la salud de la ex primera dama –también doblemente agravada– y el delito de coacciones para que Yánez no denunciara los hechos de violencia.
El fiscal recabó prueba de los teléfonos de la exsecretaria de Fernández, María Cantero, y de la propia Yáñez; tomó declaración a Yáñez, a María Cantero, al ex Intendente de Olivos Daniel Rodríguez, y a la madre y hermana de Fabiola, entre otros testigos.
También se analizaron los registros de ingresos y egresos de Olivos de todo el mandato presidencial de Fernández; los registros de llamadas telefónicas entre Fernández y Yáñez desde 2016; y se incorporó y analizó documentación médica del Sanatorio Otamendi, la clínica Fertilis, el Hospital Universitario de Madrid y del Instituto de Neurología Cognitiva INECO.
El análisis de toda la prueba reunida en el caso permitió a la fiscalía sostener que el expresidente Fernández “ejerció distintos tipos de violencia contra su pareja, prácticamente, desde el inicio de su relación”, comunicó la fiscalía este lunes. De acuerdo a las definiciones de la ley 26.485 de Protección Integral a la Mujer, se pudo detectar violencia psicológica, física y económica.
Para la fiscalía, Yáñez vivió en un contexto de violencia de género signada por la particular relación asimétrica de poder con el agresor, por lo menos desde 2016 hasta que se formalizó la denuncia. En ese periodo, “Fernández ejerció de un modo sistemático violencia psicológica contra Fabiola Yáñez bajo las formas de acosos, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad”, planteó la fiscalía.
De acuerdo a las constancias de la causa, existieron episodios agudos y la violencia luego se convirtió en habitual ya durante el mandato de Fernández como presidente de la Nación. Durante la convivencia de la pareja en la Quinta de Olivos se relataron agarrones del cuello, zamarreos, cachetazos y distintos golpes que provocaron lesiones en el cuerpo de Yáñez.
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