Jesús Ernesto Camisassa murió ayer tras cinco meses de agonía. El vendedor de hamburguesas había sido golpeado con brutalidad en su carro rutero del pueblo Estancia Luxardo, al este provincial, .
El hombre de 71 años estaba en estado de coma desde la tarde del 27 de abril, cuando fue encontrado inconsciente, en medio de un charco de sangre, en el interior del “Carrito de Cachito”, que atendía todas las noches frente a la terminal de ómnibus, sobre la ruta provincial N°1. Fueron empleados de Vialidad Provincial que trabajaban en la zona, quienes lo hallaron tendido cuando fueron a buscar comida.
En la escena había vidrios de una botella rota, con la que se cree que su atacante -un presunto ladrón- lo habría golpeado en la cabeza. Camisassa había llegado al hospital con traumatismo de cráneo grave y diferentes tipos de hemorragias cerebrales. Valentín Vicente, director de la institución, había mostrado sorprendido ante los medios de San Francisco, por la gran cantidad de golpes que sufrió el hombre. “Nos llamó la atención el ensañamiento con esta persona porque la totalidad de las lesiones son en la cabeza y no en otras partes del cuerpo”, expresó.
La investigación se encuentra a cargo de la fiscal Leonor Failla. La principal hipótesis es que Jesús Ernesto fue víctima de un robo. En abril, una persona fue detenida como único sospechoso, pero recuperó la libertad tras una rueda de reconocimiento.
En el interior del local se halló una caja con papeles, faltaba dinero, las tarjetas de telefonía celular prepaga y el teléfono celular de Camisassa. En el lugar se halló además un pullover de color verde a rayas el cual no pertenecería a la víctima. Lo que no aparece aún, es su dueño.