El Senado rechazó este jueves los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, designados por decreto “en comisión” por el presidente Javier Milei hasta el próximo 30 de noviembre. Lijo, quien no había asumido porque el máximo tribunal no le aceptó su pedido de licencia en el Juzgado Federal N°4 de Comodoro Py, la votación resultó con 27 votos a favor, 43 en contra y 1 abstención. Mientras que García-Mansilla, quien sí se incorporó rápidamente a la Corte, su pliego recibió 20 votos positivos y 51 negativos. Ninguno de los dos reunió los dos tercios de apoyo, número necesario para su aprobación. Los tres senadores cordobeses no aportaron a la conformación de quórum, pero luego se sumaron a la sesión. Alejandra Vigo (Hacemos Unidos por Córdoba) votó contra los pliegos de ambos candidatos, mientras que Luis Juez (Frente Cívico) y Carmen Álvarez Rivero rechazaron el de Lijo y votaron a favor del de García Mansilla. El rechazo de ambos pliegos es producto de la confluencia del peronismo, una parte del Pro, un sector de la UCR y algunos senadores provinciales, como el caso de Vigo.

Con García-Mansilla se abrirá un conflicto de poderes y reclamos judiciales, dado que quienes rechazaron este jueves su pliego aseguran que su nombramiento debe caer de inmediato, ya que es el Senado quien tiene la atribución constitucional de designar a los jueces de la Corte. Mientras que el oficialismo y sus aliados defendieron su designación por decreto del Poder Ejecutivo y afirman que es legal que permanezca hasta el próximo 30 de noviembre. Por su parte, García Mansilla considera que solo podrá ser removido por juicio político.

El gobierno repudió la decisión del Senado. La posición fue fijada a través de un comunicado de prensa de la Oficina del Presidente. Dice que “durante el último año los senadores tuvieron a disposición los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo, participando en toda instancia del proceso de selección establecida por la normativa vigente. Sin embargo, luego de dilatar la votación durante meses, optaron por priorizar la preocupación por sus causas judiciales y las de sus dirigentes en detrimento del funcionamiento de uno de los tres poderes de la República”.
Agrega que “por primera vez en la historia, el Senado de la Nación ha rechazado pliegos propuestos por el presidente, por motivos meramente políticos y no por cuestiones de idoneidad, lo que evidencia una vez más que la Cámara Alta es el refugio de la casta política en el Congreso de la Nación. Convertido en una maquina de impedir, el Senado no actúa en favor del pueblo, sino que tiene como único fin obstruir el futuro de la Nación argentina”.
Por último, afirma que “es evidente que la politización de la justicia representa una amenaza para la democracia. Mientras la clase política anteponga su protección penal y no la normalización del sistema judicial, el derecho a la justicia continuará limitado en la República Argentina”.
La trascendental sesión de este jueves no fue presidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel, a cargo del Ejecutivo ante la ausencia del presidente Javier Milei, que se encuentra en Estados Unidos. A las 14.13, cuando se alcanzó el quórum con 38 presentes, la vicepresidenta del cuerpo Silvia Sapag, se sentó en el estrado y abrió la reunión, ante el retraso sugestivo del presidente provisional, el oficialista Bartolomé Abdala, quien luego sí lideró la conducción durante la jornada.
LA POSICIÓN DE LOS CORDOBESES
La senadora Alejandra Vigo (Hacemos Unidos por Córdoba) votó contra los pliegos de Lijo y García Mansilla. Expresó que “voto negativamente los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. No se pueden nombrar jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por decreto. Es un atropello institucional. Soslayar, además, el rol del Senado en la designación supone desconocer la representación federal que garantiza nuestra Constitución. Y lo reitero: una Corte sin mujeres en su integración es una Corte sin justicia. En ese sentido, espero que pronto podamos debatir el proyecto que presenté para garantizar la participación de las mujeres en la Justicia”.
Luego agregó que “las decisiones que se tomen hoy en el Senado van a fijar la integración de la Corte por los próximos 20 años. No hay que vulnerar la institucionalidad porque estaríamos desconociendo la Constitución y no habría seguridad jurídica, ni previsibilidad”.
En tanto, Luis Juez (Frente Cívico) votó en contra del pliego de Lijo y a favor del de García Mansilla. Señaló que “Lo que está controvertido es el mecanismo que le permitió a García Mansilla estar en comisión. Pero en él sí tenemos a un magistrado de calidad desde el punto de vista del conocimiento del derecho constitucional y a ese pliego sí lo voy a acompañar”.
Del mismo modo sufragó Álvarez Rivero. La senadora cordobesa señaló que “esta votación no es una discusión técnica, es una discusión política. Aquí se juega el futuro de la Justicia argentina. Pido responsabilidad, Argentina necesita jueces impartiendo justicia, no operadores”.
También cuestionó a sus pares del bloque del Pro: “Me pregunto para qué algunos del Pro les dieron el quórum. No lo entiendo. Jamás voy a ser funcional al kirchnerismo. Esta sesión especial tiene un solo objetivo: desgastar el Gobierno del presidente Milei”.
Respecto de García-Mansilla indicó que lo apoyaría, “porque representa positivamente todo lo que necesitamos; es bueno, es valioso y defiende los valores que necesitamos volver a poner sobre la mesa, como es la defensa de la vida”.
OTRAS VOCES
El radical Martín Lousteau argumentó su voto en contra de ambos, al sostener que “esto no es solamente en contra de los pliegos, es en contra del mecanismo, del decreto y de nombrar los jueces en comisión; y para que García-Mansilla se vaya a la casa. Si se convalida este mecanismo ya no vamos a tener más jueces, lo que vamos a tener es vacantes cubiertas por empleados del Poder Ejecutivo”.
En tanto, la mendocina Anabel Fernández Sagasti (Unión por la Patria) expresó que “si García-Mansilla continúa como juez en la Corte Suprema, ante el rechazo del Senado, todos sus fallos van a ser nulos de nulidad absoluta. La institucionalidad de Argentina está resquebrajada hace años, tampoco miremos para otro lado, pero esto hace que ya se caiga todo. Este resquebrajamiento institucional es culpa de todos, porque la Constitución Nacional establece pesos y contrapesos”.

NOTICIA EN DESARROLLO
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