Una encuesta revela que los profesionales de Córdoba sufren condiciones de empleo y modalidades de contratación precarias, bajos ingresos, sobreocupación horaria, pluriempleo e inestabilidad laboral. A su vez, el trabajo detecta fuertes desigualdades de ingresos entre profesionales en relación de dependencia y profesionales “precarizados” y entre hombres y mujeres, en favor de los primeros. También indica que más de la mitad de los encuestados tiene más de un empleo para poder completar sus ingresos mensuales.
Los datos forman parte de una encuesta realizada en diciembre de 2020, a más de 2.800 profesionales, por la Facultad de Ciencias Sociales (FCS-UNC), la Federación de Profesionales de Córdoba (Fepuc) y la Asociación de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (Adiuc).
“Ocho alertas de precariedad laboral en profesionales de la provincia de Córdoba ponen de manifiesto los retrocesos en materia de condiciones de trabajo”, puntualiza el informe de la FCS-UNC, Fepuc y Adiuc. El estudio fue dado a conocer con motivo de celebrarse el Día del Trabajador, el pasado 1 de mayo.
Señala que la precariedad laboral está definida por “trabajo informal (sin recibo de sueldo ni factura); nivel de ingresos dentro de los más bajos (Por debajo del 20% de los ingresos más bajos del sector); sobreocupación horaria, con jornadas promedio de más de nueve horas diarias de trabajo; pluriempleo (Seis de cada 10 varones profesionales declara más de un empleo, contra cinco de cada 10 en el caso de las mujeres); y trabajo bajo contrato, locación de servicios, beca o pasantía”.
Según la encuesta, “el 81% de los/as profesionales de este grupo sufre al menos una de las condiciones desfavorables asociadas a la precariedad laboral” y el “11% de estos profesionales tienen altos niveles de precarización, ya que conviven con tres o más condiciones desfavorables en su vida laboral. En este punto de máxima precariedad las mujeres se ven más afectadas que los hombres”.
GANAN MÁS LOS PROFESIONALES EN RELACIÓN DE DEPENDENCIA
De acuerdo a la encuesta, “el ingreso es mayor cuando más formal es la relación laboral. Por ejemplo: La mitad de los profesionales que trabajan con “Relación de dependencia” gana menos de $70.000, mientras que la mitad de los que trabajan con “Locación de servicio” gana menos de $54.000”, es decir hay una diferencia de casi 30% entre la formalidad y la informalidad.
Por otra parte, “cuando se habla de precariedad asociada a los ingresos bajos (es decir, tomando el 20% de los ingresos más bajos -$35.500 promedio-) se encuentra una incidencia mayor entre mujeres, ya que alcanza al 12% de ellas, un guarismo mayor al de ellos (con un 7%)”.
SOBREOCUPADOS
El 37% de las/los profesionales trabaja más de 10 horas, por lo que deben recurrir a superar la jornada de trabajo de 8 horas para lograr un ingreso que permita cubrir sus gastos.
Mientras que la sobreocupación horaria como fenómeno afecta proporcionalmente más a los varones (en el 61% de los casos) que a las mujeres (en el 50% de los casos). El trabajo señala que “que en las profesionales, la sobreocupación tiene otras características, ya que el tiempo dedicado combina trabajo remunerado y trabajo no remunerado. A esto se lo denomina “doble jornada de trabajo o doble carga laboral invisible”, que conlleva una mayor sobrecarga con un menor ingreso”.
MAYOR PRECARIZACIÓN EN EL SECTOR PRIVADO
La tendencia a la precarización crece en las empresas más pequeñas (con menos de 25 empleados) de acuerdo al trabajo.
“Sólo el 27% de profesionales que trabajan en éstas tienen una relación de dependencia, mientras que el resto combina modalidades más o menos precarias en su vínculo”, detalla la encuesta.
Mientras que las mujeres profesionales en el sector privado perciben un 18% menos que las vinculadas al sector público.
La investigación también recurrió al registro de la AFIP para medir las desigualdades de género en el ingreso:
-Sólo un 6% de las mujeres que se desarrollan en este sector, están inscriptas en IVA, es decir superan en facturación la máxima categoría de Monotributo. Mientras que los hombres en este registro, son el 16%.
-Entre las mujeres profesionales del sector privado que son monotributistas, sólo 18% tributan en las categorías más altas, mientras que los hombres alcanzan al 23%.
TRABAJO NO REMUNERADO Y DESARROLLO PROFESIONAL
Dice la FCS que “en el promedio de horas remuneradas, las mujeres trabajan un 7% menos que los hombres, pero también trabajan un 33% más de horas no remuneradas, en tareas del hogar y de cuidado”.
Así surge que “la distribución de las tareas de cuidado entre los hogares con convivientes perjudica a las mujeres. Si bien el 60% de los hogares distribuyen estas tareas de manera equitativa entre la pareja conviviente o entre todos los miembros de la familia, en el 21% de los hogares dichas tareas son realizadas por las mujeres (y solo en el 3% dichas tareas están a cargo de un varón)”.
En ese sentido, dice que “no es lo mismo compartir entre hombres y mujeres el trabajo doméstico que el trabajo de cuidado de personas, ya sea de infancias o adultos mayores o enfermedades, aquí siempre son más las mujeres las que los cubren. Hemos comprobado que el volumen, tiempo y diversidad de trabajo invisible está presente en las condiciones laborales de las profesionales, constituyendo una categoría central para la comprensión de las desigualdades de género”.
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