“Es muy difícil obtener algo si no asumimos que hay un conflicto con quienes detentan intereses contrarios a los que el Pueblo tiene. Creo fuertemente de que el hecho de que no avancen algunas cosas como impuesto a las Grandes Fortunas, Vicentin, Salario Mínimo Universal y otras medidas de la agenda institucional, es porque buena parte de quienes integran el FdT acompañaron los ajustes de (Mauricio) Macri, están supeditados a los intereses de los sectores concentrados de la economía y esa es la situación institucional”, planteó el director del Banco Nación, Claudio Lozano.
El economista fue muy crítico con el gobierno, adelantó que los sectores concentrados de la economía quieren una devaluación y consideró que hay sectores del Frente de Todos que defienden los intereses de los grupos concentrados de la economía. Sus declaraciones fueron vertidas en un debate virtual, organizado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y moderado por su secretario General, Federico Giuliani.
Para Lozano, “si las decisiones del gobierno siguen siendo discutidas solo con los sectores concentrados cada vez tendremos menos salidas”.
Dijo en ese sentido, que “pagamos deuda a los acreedores privados para llegar a una reestructuración consensuada y hoy los bonos se caen a pedazos porque los están vendiendo. Entonces no hay diálogo posible allí. Por eso planteamos que hay que abrir a todas las voces, no sólo la de los agroexportadores, las grandes empresas y la CGT. Hacen falta acuerdos más amplios. Si siguen discutiendo la economía y la política con los de siempre, el camino nos conduce a la debacle, totalmente contrario a los intereses y a lo que votó la mayor parte de los electores cuando expulsamos a Macri el año pasado”.
También consideró que “el poder económico y político avanza y el gobierno ha abandonado debates que hace dos meses estaban sobre el tapete como fuera el caso de Vicentín o de la Renta Básica Universal. Dicen que la cuestión fiscal no da para esta última medida, pero acto seguido de esta afirmación, bajan retenciones a las exportadores, que es una gran sangría y perjuicio sobre los recursos económicos con los que podría disponer nuestro Estado para las necesidades del Pueblo”.
Luego, sobre la coyuntura, analizó que “estamos enfrentando una caída de la actividad similar o mayor a la del 2001, pero con el agravante de que esto se ha producido en un lapso de tiempo mucho menor”.
Recordó que “nuestro país tiene 3,7 millones de empleos menos que los que había en el primer trimestre del 2020, de los cuales 2 millones pertenecen a asalariados no registrados, 1 millón cuentapropistas y 150 mil a empleo registrado”.
Agregó que “el poder adquisitivo promedio de quienes trabajan en la Argentina cayó un 20 por ciento con respecto al año anterior: un 28 por ciento para el 10% más pobre, un 11 por ciento para el más rico, con lo cual vemos cómo a la caída en la actividad lo siguió una profundización de la desigualdad”.
Más adelante consignó que “hubo diversas estrategias de “compensación”, refuerzos para contener la situación social, pero claramente insuficientes, a juzgar por los resultados. Y eso no es azaroso: cuando uno compara los recursos públicos que invirtió la Argentina con otros países -sin poner a ninguno de ellos como paradigma de nada, pero solo como para dar un dato en relación a otros- vemos que la respuesta de nuestro Estado ha sido pobre: 2,8% del producto destinó Argentina; Perú, el 8,1%, Brasil 6,5% y Chile 7,7%. Si bien existieron las medidas paliativas, las mismas fueron limitadas y debieran haber sido muy superiores para contener la situación que se estaba y está viviendo. El resultado de todo esto, es que en un año tenemos 5 millones de pobres más y 2 millones más de indigentes; 4,2 millones de pobres más de cuando asumió Alberto, 1,7 millones nuevos de indigentes”.
CRISIS CAMBIARIA
Finalmente expresó que “observamos, también, una presión cambiaria totalmente interesada en el marco de un Banco Central que se ha quedado prácticamente sin reservas. Se ha querido poner el foco en que los dólares se han ido por los US$200 por persona. Eso explica la parte menor de la situación. Argentina este año tiene dólares: 17 mil millones de dólares en la balanza positiva. En el marco de la decisión de la negociación con el FMI y otros pagos de deuda pública permitieron que salgan 3 mil millones de dólares y, además, el Estado permitió que las empresas fuguen divisas y cancelen deuda privada por 7 mil millones de dólares. Nunca el Estado debería de haber cedido a estas presiones. A todo eso se suman los 4 mil millones de dólares que no han liquidado los exportadores y entonces ahí sí podemos explicar la situación más cabalmente”.
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