La provincia de Córdoba se ha convertido junto a Buenos Aires en el centro neurálgico de la campaña electoral rumbo a las Primarias, qué de hecho, actúan como una virtual primera vuelta. Ayer, fue el presidente Mauricio Macri el que hizo un acto de cierre en la Plaza de la Música y completó su tercera visita electoral a la provincia. Hoy será el turno de Alberto Fernández en el estadio Orfeo (cuarto desembarco en campaña); mientras que Macri irá con María Eugenia Vidal a Vicente López. En la provincia de Buenos Aires, el Frente de Todos apuesta a Sergio Massa para convencer a los indecisos.
Este miércoles, el frente peronista hizo su cierre nacional en Rosario, con el objetivo de consolidar lo que parece puede ser uno de los batacazos de este comicio, si los Fernández confirman los pronósticos este domingo y vencen allí.
El electo gobernador peronista Omar Perotti, que derrotó a los socialistas en las elecciones provinciales, se puso la campaña al hombro y junto a la vicegobernadora electa y ex jueza, Alejandra Rodenas, parecen haber apuntalado esta tendencia favorable a Alberto y Cristina.
Perotti y el senador nacional cordobés, Carlos Caserio, que trabajaron en tándem, fueron determinantes en que Alberto introdujera modificaciones en el discurso electoral, para intentar seducir a los habitantes de la Pampa Húmeda, bastión general del macrismo.
Los operadores de la Casa Rosada esperan triunfos en cuatro de las cinco provincias gobernadas por el oficialismo nacional: Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Jujuy y Corrientes. Y ubican en disputa a Buenos Aires, aunque en las encuestas que se conocieron antes de la veda, surge que la mayor probabilidad, es que la oposición peronista logre una victoria en territorio bonaerense. En cambio, la oposición considera que triunfará en la provincia y, a partir de ello, se quedará con la victoria en el paí.
Córdoba es la otra provincia clave, aunque aquí los sondeos le dan el triunfo a Macri sobre Fernández. Pese a ello, el dirigente del PJ se instala en los porcentajes que obtuvo Daniel Scioli en el ballotage de 2015 como piso, lo cual implica un crecimiento de 14 puntos porcentuales (pp.) respecto de lo obtenido por el bonaerense en las PASO de aquel año. Eso es lo que viene a tratar de consolidar Fernández. Todo lo que suba el candidato peronista, lo acerca a la victoria el domingo, porque acota la distancia que pueda conseguir el presidente.
Todo lo que suba el candidato peronista, lo acerca a la victoria el domingo, porque acota la distancia que pueda conseguir el presidente.
Del otro costado, sucede algo parecido, esto es, Macri necesita confirmar el fuerte caudal que lo apoyaría y tratar de estabilizar el piso en alrededor del 50%.
Según las fuentes del oficialismo consultadas por ENREDACCIÓN, el titular del Ejecutivo requiere a Córdoba para compensar las diferencias que obtendría el peronismo en el Norte, el Sur y las provincias de San Juan y San Luis, ya que Mendoza, Corrientes y Jujuy no le darían victorias por diferencias significativas. Para eso, debe conseguir aquí, un resultado favorable en 20 o más pp. de distancia. Santa Fe y Entre Ríos del lado del PJ, serían equilibradas con el resultado de la ciudad de Buenos Aires, de acuerdo a esas mismas fuentes. Y, por último, el que gane en Buenos Aires, triunfaría en el comicio.
Macri necesita a Córdoba para compensar las diferencias que obtendría el peronismo en el Norte, el Sur y las provincias de San Juan y San Luis, ya que Mendoza, Corrientes y Jujuy no le darían victorias por diferencias significativas.
Los otros factores particulares que incidirán, más allá de los geográficos, y que actúan de modo transversal, son los referidos a grupos etareos y votantes que se expresan en blanco o no votan. Según los estudios de opinión pública previos, los jóvenes apoyan mayoritariamente al Frente de Todos, y los +50 a Juntos por el Cambio. El que mejor logre movilizar a su base de votantes en estos segmentos podrá obtener un diferencial por encima del porcentaje de participación, que se estima en 70/72 por ciento.
Otro grupo que modifica el resultado en favor del gobierno, según la experiencia de 2015, y los estudios de opinión que se conocieron hasta el momento, es el de los que no votan en todas las elecciones. Si este grupo va a votar el domingo podría favorecer a Macri, por eso, ayer el presidente fue enfático en pedir que vayan a sufragar este domingo. El acento puesto en esta variable, indica que el oficialismo presume la existencia de un riesgo importante en el resultado electoral.
Finalmente, más allá de los cálculos de los operadores políticos de ambas coaliciones, los promedios de encuestas arrojan diferencias en favor de los Fernández sobre la fórmula Macri-Pichetto de entre 4 y 6 pp., por lo que cualquier variación de participación en alguno de los factores señalados (edad y grupo menos propenso a concurrir a votar) podría hacer variar las estimaciones.