Chiquita pero de sonrisa grande. Micaela deja ver en su rostro, la felicidad que siente y nos invita a pasar al vestuario de árbitros como si fuera cosa de todos los días. Adentro, la acompañan sus dos compañeros de terna, uno de ellos el histórico Pablo “Colorado” Estévez, que ella reconoce como uno de sus máximos referentes y la persona que confió en ella desde el principio de su carrera. La conversación fluye y se escucha su voz tímida en un vestuario que queda en silencio para la entrevista. Primero repasa sus comienzos, cuando en 2010 entró al Colegio de Árbitros de Mendoza, y ahora, 8 años después, habla de sus experiencias. Está en el Ángel Sandrín, la cancha de Instituto, minutos después de dirigir su primer partido de Liga Nacional, entre el local y Peñarol de Mar del Plata. El primero que dirige una mujer en la Liga Nacional.
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Micaela comenzó a jugar al básquet de niña, en La Colonia, la localidad donde nació, en la provincia de Mendoza. Con los años, primero con la intención de ayudar a los técnicos, comenzó a dirigir los entrenamientos de su club, y después, con el tiempo, se convirtió en una costumbre. A los 17 decidió dedicarse de lleno a la profesión. Su familia fue clave para que pudiera llegar, no sólo por la aceptación y el apoyo de acompañar su pasión, sino porque esta casada con un arbitro: “Tener a un marido que se dedica al arbitraje ha sido importante para entendernos; siempre que llegamos a casa repasamos el partido que tuvo cada uno”. La perseverancia y su talento tanto táctico como físico, la llevaron a dirigir hace un par de años el torneo federal y La Liga Femenina, pero este 2018 fue su año. No solo fue elegida por FIBA para dirigir Pre-mundiales y Mundiales juveniles, sino que la Asociación de Clubes (AdC) tomó la decisión de incluirla en su plantel.
¿Qué significa para vos ser la primera mujer en dirigir un partido de Liga Nacional?
En lo personal, es un orgullo y un logro muy significativo. Desde que arranque a dirigir, no me imaginé poder estar dirigiendo en este nivel tan competitivo. Así que estoy muy feliz y entusiasmada por la oportunidad que nos dio la federación. Dirijo desde 2010, es decir desde los 17 años. Primero comencé en el Colegio de Árbitros de Mendoza, luego pase a los torneos federales, más tarde pase a dirigir en FIBA y ahora, formo parte del plantel de la AdC.
¿Por qué crees que La Liga tardó tantos años en incorporar árbitros mujeres?
Creo que eso es un proceso largo, se va dando de a poco en el continente de América y hoy llego aquí, a Argentina. No sé si se ha demorado la decisión, creo que llegó justo a tiempo; hay que tener en cuenta la transición nuestra, de comenzar a dirigir en torneo federal y Liga Argentina, al gran paso de hoy, que es llegar a La Liga Nacional.
¿Por qué decís que llegó justo a tiempo?
Y porque uno se prepara, siempre tiene el anhelo de llegar, si a mí la oportunidad me llegaba diez años antes o diez años después no sé si podría haber llegado aquí. Por suerte se dio que hubo un grupo de mujeres árbitros que tiene un buen nivel, junto con la oportunidad que nos brindó Fabián Borro (presidente de la AdC) de participar en el torneo más importante del país.
¿Qué diferencias hay entre dirigir básquet femenino y masculino?
En realidad no hay mucha diferencia, los dos juegan básquet. La diferencia puede radicar en los contactos físicos, en la ventaja de dejar correr o no la jugada, pero en general es básquet. Eso sí, es un poco menor la velocidad y la capacidad física en el caso de las mujeres, y hay una diferencia en la técnica de los jugadores varones o si hay roce en una jugada, porque ellos siguen igual hacia el gol.
En tus ocho años de trayectoria, ¿has sufrido actos de violencia o discriminación por hecho de ser mujer?
La violencia o los insultos son menores en el básquet respecto de deportes más populares como el fútbol, pero de a poco ese nivel de reclamo ha ido aumentando. En lo particular, como mujer, una siempre recibe insultos relacionados con ello, pero siempre les he restado importancia. Hay un solo hecho particular que me ha pasado en estos ocho años que fue algo feo y sucedió este año en un club del Torneo Federal de Básquet. Fueron insultos agravados, y también personales, así que no la pase nada bien. Por suerte fue esa sola vez y espero que no se vuelva a repetir en el futuro.
Un sueño para vos seria…
Esto que ocurrió hoy es una sorpresa, era un objetivo pendiente que tenía, y un sueño para mí sería pitar en unas Olimpiadas, porque sería como un próximo escalón a buscar.
¿Qué importancia tuvo tu familia para llegar hasta acá?
Mi familia siempre estuvo desde que arranque, es el pilar fundamental nuestro, más cuando estamos lejos, que hoy por hoy se pueden acercar gracias a la tecnología, y sobre todo por la aceptación que tuvieron con mi profesión. Gracias a dios también tengo a mi pareja que es árbitro y entiende por las cosas que una pasa, siempre cuando llego a casa se arman debates de ciertas jugadas y todas esas cosas.
¿Cuál es la relación con las otras mujeres árbitros?
Tenemos una relación muy buena, por suerte estamos conectadas y apoyándonos entre todas (Carina Baccarelli y Noelia Díaz). Siempre les deseo lo mejor y es un desafío hermoso para cada una de nosotras.
“UN PASO ADELANTE”
El DT de Instituto Facundo Muller también dio su opinión sobre el debut Micaela Prado en la Liga Nacional. “Pienso que es un paso adelante como sociedad, no tiene el deporte porque dividir géneros y pienso que poner una mujer como árbitro es una excelente decisión de la Asociación de Clubes. También por qué no, puede pasar en cuerpos técnicos más adelante, la verdad que es algo muy valorable y que la sociedad espera de todos nosotros. Ya hablando del partido en sí, pienso que dirigió bien, no me acuerdo de situaciones en las que tengamos que haberle reclamado algo, y si paso eso, es porque ha dirigido muy bien. La felicito a Micaela y me parece que tuvo una labor impecable”.
“ESTUVO MUY BIEN”
El extranjero del equipo de Alta Córdoba, Dwayne Davis, apuntó sobre la tarea de Prado que “tuvo un trabajo austero, y estuvo muy bien en su primera vez como referí. Creo que fue muy lindo el haber visto una mujer hacer este trabajo, porque es diferente. El basquetbol siempre se ha dicho que es un deporte de hombres y en este caso, ha sido una experiencia enriquecedora el haber compartido la cancha con una mujer referí”.
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