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[Opinión] El resultado de las PASO: La mayoría calificó la gestión del presidente como negativa y votó castigando la gestión

El presidente Alberto Fernández.

(Por Paola Zuban y Gustavo Córdoba *). A menos de un mes de las PASO y, con los datos como testigos, podemos intentar un análisis sobre cómo votamos l@s argentin@s en estas últimas elecciones, o mejor ¿Qué es lo que nos motiva a votar de una forma y no de otra? ¿Qué factores influyen en ese crucial momento en que depositamos el voto en la urna? Esa decisión está motivada por un conjunto de factores que determinan el resultado de una elección y que son el resultado de combinar motivaciones históricas y coyunturales, costumbres, educación, preferencias e identidades ideológicas, etc.  Mientras la escuela del modelo racional (Downs) sostiene que el desempeño económico del gobierno es un factor determinante a la hora de ratificar el apoyo del electorado, aunque es más fuerte en elecciones presidenciales que legislativas, la escuela de Columbia sostiene que es mayor la influencia del grupo de pares que intervienen en las preferencias del votante. Una tercera teoría clásica, la escuela de Michigan, sostiene que tiene más peso en la decisión de l@s votantes cuestiones como la identidad político partidaria, la imagen de los candidatos y si estos proponen o no temas de interés en la campaña.  Lo cierto es que el voto es un acto cargado de significados. Estas PASO dejaron un mensaje claro: la imagen negativa previa del gobierno nacional muestra una posición retrospectiva del electorado con una contundente negatividad.  La mayoría de l@s encuestad@ calificó a la gestión del presidente como negativa y votó castigando la gestión.

¿QUÉ TANTO INFLUYERON EN LA DERROTA DEL FRENTE DE TODOS A NIVEL NACIONAL LOS SIGUIENTES ITEMS O ASPECTOS?

Fuente: Encuesta Zuban Córdoba & Asociados. Octubre 2021.

Desde antes de las elecciones sosteníamos que los clivajes de la grieta eran los grandes ordenadores de la discusión política y eso está hoy todavía más claro. Como bien dice nuestro amigo Mario Riorda, si bien el peronismo sigue siendo una representación masiva en la sociedad argentina, el anti kirchnerismo como clivaje es mucho más potente y congregante. Nuestro último estudio nacional refrenda esa idea: un 53% de los argentinos se considera anti kirchnerista y dentro del universo de los votantes de Macri – Juntos por el Cambio un 93% culpa a CFK por la derrota del gobierno.  El sentimiento contrario al kirchnerismo es hoy el motivador electoral más potente en la Argentina.

Fuente: Zuban Córdoba & Asociados. Octubre 2021.

En el 2019, la mayoría de la coalición gobernante entendió que la sola unidad de las distintas tribus del peronismo era ecuación matemática suficiente para que el Frente de Todos ganará las elecciones. Con esa misma idea decidieron enfrentar este nuevo turno electoral. La ecuación no tardó en mostrar sus límites; el caudal electoral del gobierno se derrumbó a mínimos históricos y se extendió incluso a provincias que han sido hegemonizadas por el justicialismo durante décadas. El descontento de los sectores de la sociedad que acompañaron al gobierno en el 2019 es contundente.

Llegar a un entendimiento claro, a una lectura honesta y humilde de ese descontento es el punto de partida necesario para analizar los diferentes caminos que puede plantearse el gobierno de ahora en más.

La Pampa

La carrera contra el tiempo para llegar a las PASO con la mayor cantidad de personas vacunadas y la gestión de la pandemia demostraron no ser suficientes para el electorado frente todista. Difícil convencer a un país con 40% de pobres y sueldos extremadamente desvalorizados que lo importante es la robustez de la macroeconomía. Esa quimera de contrastes entre la discusión macro y lo que siente efectivamente la gente ya la había intentado Macri con su famoso “crecimiento invisible”. De nuevo resuena la frase que se convirtió en slogan durante la campaña en que Bill Clinton le gana a Bush: “es la economía, estúpido”.

Si bien hay un acuerdo generalizado sobre la gran mayoría de las medidas que el gobierno anunció post-paso, solo el tiempo dirá si le permitirán recuperar la confianza con su base social. Por otro lado, la oposición se muestra altamente motivada y movilizada. Presume haberse recuperado de la debacle electoral del 2019 y hace gala de una saludable competencia interna en las PASO, aunque no enarbole propuestas superadoras ni alternativas claras.  Del otro lado, un oficialismo agotado por la gestión de la pandemia y con una imperiosa necesidad de recuperar la agenda. O, mejor dicho, de comenzar a dominarla.

Epec

Resuena fuerte la pregunta: ¿Qué posibilidades reales tiene el gobierno de hacer una mejor elección en noviembre? Difícil, salvo quizás en algunas provincias y con algún pequeño margen también en provincia de Buenos Aires. Las provincias que eligen senadores, y aquellas que por poca diferencia en la derrota, deberían ser objeto de una estrategia especial con enfoques locales. La democracia argentina debería haber entendido ya que las campañas diseñadas en Buenos Aires van al interior solo a morir.  Por eso, quizás resulte importante recostarse sobre los gobernadores sin abandonar la centralidad del presidente Fernández. El resto del trabajo real para el oficialismo no debería estar con los objetivos electorales de noviembre, sino con los del 2023.

Río Cuarto - Empleo

Es necesario decir que cualquier medida que no esté acompañada de una mejora de la comunicación, de la construcción de nuevos marcos discursivos de la gestión gubernamental y de la instalación de nuevos voceros que difundan esos nuevos marcos será seguramente insuficiente. Es un fenómeno peculiar que los mismos votantes del gobierno perciban como negativa a la comunicación de Alberto Fernández.  Y aquí, nos atrevemos a decir que la gestión de consensos con los distintos sectores, pero y principalmente con la sociedad, resulta a estas alturas, una cuestión esencial (primordial, cuestión de vida o muerte, fundamental y todos los etcéteras correspondientes). Los déficits en esta área fueron uno de los factores que se alinearon para conseguir la pobre performance de la alianza gobernante. Ordenar esos factores no será fácil y requerirá de muchísima profesionalización y de inmensas cantidades de disciplina.

Oposición y oficialismo tienen de ahora en más el desafío de hablarle a una sociedad desmotivada y desesperanzada. Grandes sectores de esa sociedad esperan señales de moderación y diálogo por parte de la clase política. Hasta ahora esa espera parece no haber sido satisfecha, ya que en las dos grandes coaliciones hay incentivos claros que motivan la radicalización discursiva. Equilibrar dichos incentivos con la moderación necesaria para llegar a acuerdos políticos estructurales no es una tarea fácil, y sin embargo es tremendamente necesaria.

Una señal de alarma aparece en nuestro último estudio en ese sentido: solo un 15% de los menores de 30 años dice estar esperanzado con el futuro del país. Es el dato más bajo entre las distintas categorías de edades y es, a la vez, una luz roja en el camino. Los jóvenes de Argentina necesitan volver a creer en el país en el que viven. La política necesita ponerse esa tarea al hombro.

Quizás, las señales de todo esto siempre estuvieron ahí. Como los datos sobre la marcha del país. Quizás el empecinamiento en lecturas sesgadas o coyunturales impidieron evaluar todo el proceso. Solo por mencionar un indicador: en los últimos 10 años no hubo crecimiento económico, solo aumento de la pobreza y con ello, de desilusión de vastos sectores sociales. ¿Cuál es la respuesta de la dirigencia política a una sociedad con cada vez más acotados tiempos de tolerancia?

ALGUNOS DATOS

-La gestión de Alberto Fernández acumula un histórico 64% de desaprobación. Hace al menos tres meses que viene superando su pico máximo.

-El 56% de los votantes de Juntos por el Cambio desaprueba el relajamiento de las medidas sanitarias. Todo cae en la grieta; hace poco más de un mes ese mismo relajamiento era uno de los principales motivantes de ese espacio.

-El 73% del país aprueba la transformación de los planes sociales en trabajo.  Es la potencial medida del gobierno con mayor consenso social en nuestro estudio.

-El 70% de la sociedad cree que la gestión económica del gobierno fue la principal causa de la derrota. Nuevamente, es la economía, estúpido.

* Paola Zuban es directora de Investigación de la Consultora Zuban Córdoba y Asociados; y Gustavo Córdoba es director de la Consultora Zuban Córdoba y Asociados. Sitio Web: Zubancordoba.com

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