El bolsonarista Tarcisio de Freitas se quedó este domingo con la gobernación de San Pablo, el estado más poblado de Brasil, con 46 millones de habitantes y generador de un tercio de la riqueza del país, mientras que Jerónimo Rodrigues, del Partido de los Trabajadores (PT), consiguió quedarse con Bahía, la quinta región brasileña.
Fueron los resultados de la segunda vuelta que se celebró en paralelo al balotaje en el que el líder opositor de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva se impuso al actual mandatario Jair Bolsonaro y que abarcó otras 10 gobernaciones.
Como predijeron las encuestas, Freitas gobernará el bastión financiero, industrial y científico que representa San Pablo, que por primera vez desde 1994 no tendrá un mandatario del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), al que pertenece el gobernador saliente, Rodrigo García, tercero el 2 de octubre.
En la primera vuelta, el exministro de Infraestructura bolsonarista Freitas, del partido Republicanos, vinculado a la Iglesia Universal, había vencido por 42% a 35% a Fernando Haddad, exministro de Educación de Lula y exintendente de San Pablo. Ahora el elegido de Bolsonaro logró algo más del 55% de los votos.
Haddad fue el candidato del PT en 2018 en la elección en la que ganó Bolsonaro cuando Lula estaba proscrito por una condena a prisión por la Operación Lava Jato, anulada luego por la corte suprema.
Con el triunfo de Freitas y Bolsonaro derrotado, San Pablo podría convertirse en el reducto natural del poder bolsonarista, con el comando del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente.
En Bahía, en tanto, gobernado desde 2007 por el PT, el partido ratificó su hegemonía con Jerónimo Rodrigues, que sumó un 52,55% de los sufragios.
Rodrigues relegó las pretensiones de Antonio Carlos Magalhaes Neto, de Unión Brasil, heredero de la dinastía conservadora bahiana.
Otra disputa fuerte se dio en Río Grande do Sul, estado que tiene frontera con las provincias de Misiones y Corrientes, y donde Edoardo Leite, el gobernador del PSDB, ganó con el 57,11% de los votos, lejos del ultraderechista Onyx Lorenzoni.
En los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro, los más importantes después de San Pablo, fueron reelectos sus gobernadores el pasado 2 de octubre, Romeu Zema y Claudio Castro, ambos bolsonaristas.
En Pernambuco, estado natal de Lula, la centroderechista Raquel Lyra, del PSDB, reunió algo más del 58% de los respaldos, y derrotó a Marilia Arraes, embarazada, nieta del líder socialista Miguel Arraes y candidata del partido Solidaridad, porque rompió con el PT y el Partido Socialista Brasileño (PSB).
En Santa Catarina, Jorginho Mello, del Partido Liberal, sacó una abrumadora ventaja, con 70,69%, muy lejos de Décio Lima, que apenas consiguió el 29,31%.
En Alagoas, en tanto, Paulo Dantas, del MDB, logró la victoria con un 52,49%, delante del postulante de Unidad, Rodrigo Cunha, que se quedó con el 47,51%.
De todas formas, Unidad tuvo su revancha en Amazonas, donde Wilson Lima acaparó un 56,67%, por encima de Eduardo Braga, del MDB, que solo tuvo un 43,33% de los sufragios.
El gobernador de Paraíba, João Azevêdo, del PSB, en tanto, consiguió otro mandato, al ganar con 52,51% de los votos, relegando las aspiraciones de Pedro Cunha Lima, del PSDB.
En Espirito Santo, Renato Casagrande, del PSB, retuvo la gobernación al sumar el 53,809% de los sufragios, delante del bolsonarista Carlos Manato.
En Mato Grosso do Sul, el gobierno estadual quedó para Eduardo Riedel, del PSDB, que alcanzó un 56,9% de los votos, con lo que derrotó a Capitan Conde, del PRTB, con 43,10.
Finalmente, en Rondonia, el aspirante de Unión, Marcos Rocha, fue reelecto y relegó al candidato del PL, Marcos Rogerio: fue 52,47% a 47,53%; y en Sergipe, Fabio Mitidieri, del PSB, ganó con el 51,70% de los votos, y se impuso al candidato del PT, Rogerio Carvalho, que reunió el 48,3% de los sufragios.
> Con información de TÉLAM.
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