El equipo de Alta Córdoba dominó las riendas del partido, y acompañado de un Ángel Sandrín colmado, superó a Olimpico de La Banda por 84 a 69. El goleador y figura del local fue el uruguayo Esteban Batista con 20 puntos y 9 rebotes, mientras que Gelvis Solano con 23 tantos fue el más destacado de la visita. El próximo partido será el lunes a las 21 en Córdoba.
Como en los anteriores dos cruces de Playoffs (Weber Bahía y Regatas), Instituto volvió a ganar el primer juego de la serie. Esta vez fue con más contundencia que antes, y demostrando un poderío en ambos costados, que dan a entender la superioridad de un plantel con otro por lo menos en este encuentro. Además se mantiene invicto de local con un récord de 6 victorias y 0 derrotas.
Poco importaron las pintadas en contra del básquet que aparecieron en el club en la mañana del sábado. Una multitud se acercó al estadio para demostrar el carño que le tiene al equipo, y por eso se vivió un clima de final. No faltó nadie a la ocasión; por un lado el histórico Marcelo Milanesio junto al “Chuzo” González (papá del jugador de Instituto y ex-Atenas) en una de las plateas; del otro lado, el público de Olímpico que llenó los tablones que preparó la institución cordobesa; y por último los hinchas albirrojos agotando todas las ubicaciones. Se calcula que más de tres mil espectadores se acercaron anoche, un número que multiplica la media de asistencia de cualquier otra cancha de Liga Nacional.
Anoche, los cordobeses no tuvieron problemas para imponer su ritmo de juego. A pesar de terminar con 19 pérdidas (la máxima cantidad en Playoffs), “La Gloria” pudo correr la cancha, encontrar a sus tiradores y sacarle jugo a la zona pintada. Es decir, que la presión e intensidad a la que apostaron los santiagueños provocó errores en la transición, pero no fue suficiente para incomodar las ofensivas albirrojas.
Para darse una idea de la producción en el costado ofensivo, 5 de lo 7 jugadores que utilizó Facundo Muller anotaron triples para conseguir un 47% (8/17). En la pintura también fue superior al convertir 42 puntos contra 32, siendo Esteban Batista el mejor en esa zona con 7 conversiones de 10 lanzamientos (70%). Otro rubro en el que fue ampliamente superior y que demuestra la jerarquía de un plantel con el otro, fueron los puntos desde la banca: 34 a 14.
De todas formas, la llave del triunfo estuvo en la defensa. Instituto supo contener las pocas variantes de Olímpico durante toda la noche. Con un juego muy dependiente de sus perimetrales (Solano-Massey-Machuca), los cordobeses se concentraron en impedirle tomar tiros cómodos desde la larga distancia y contener las penetraciones. El resultado fue positivo, ya que los santiagueños lanzaron un 18% (6/33) de triple y un 35% (28/79) de campo, y además solo repartieron 11 asistencias. Esto último demuestra la dependencia de los arrebatos individuales para poder anotar, debido a la concentración defensiva de los locales.
Olímpico demostró tener menos vías de gol que Instituto, pero con individualidades muy peligrosas. Es decir que la efectividad de su juego colectivo se activa cuando sus figuras tienen un buen rendimiento y no al revés. Anoche los de La Banda consiguieron una racha imponente de 22 a 2 de la mano de Jeremiah Massey y de Solano, para así igualar el marcador luego de estar abajo por 18. Justamente es un indicador de que son un equipo “rachero”, que tiene grandes pasajes pero que le cuesta bastante ser consistentes durante todo el encuentro.
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