Wi-Fi: tecnología salvadora para tener internet en casa sin necesidad de estar llevando cables de un lado a otro. El Wi-Fi se convirtió en un gran aliado para los usuarios de internet, tanto en el hogar como en la oficina. Es el responsable de que la señal llegue con calidad a todos los rincones. Pero ¿qué hay que tener en cuenta para que esa señal no encuentre obstáculos en el camino y distribuya internet con calidad?

En primer lugar, hay que buscar que ese Wi-Fi que distribuirá la señal esté ubicado en un lugar que impida interferencias. Como el router emite señales en todas direcciones, hay que tener en cuenta que las paredes gruesas, especialmente si son de concreto o tienen elementos metálicos, como vigas de hierro, actúan como barreras que debilitan la señal.
Otro factor que impide el buen funcionamiento del Wi-Fi es qué tan lejos se ubica de los dispositivos conectados: cuanto más lejos, la señal será más débil, y eso es fácil de ver en las pantallas de los dispositivos, como smartphones y tablets, cuando el ícono que lo identifica te muestra pocas rayas.
Ojo con el microondas
Además, hay que tener en cuenta que la presencia de electrodomésticos, como hornos a microondas, teléfonos inalámbricos o baby calls para los bebés pueden generar interferencias ya que suelen operar en la misma frecuencia. Una de las versiones más extendidas de Wi-Fi (Wi-Fi5) opera en la frecuencia de 2.4 GHz, la misma que utilizan estos dispositivos y artefactos para funcionar. Si se interponen en el camino del router lo harán más lento o, inclusive, podrán provocar microcortes.
El Wi-Fi funciona mejor cuando se lo coloca en un lugar bien alto, para permitir que la señal se distribuya de forma pareja por la vivienda o la oficina. Este consejo debe ser tenido especialmente en cuenta si se trata de una casa de dos plantas o con ambientes amplios, aunque en estos casos siempre será más conveniente sumar un repetidor o extensor de señal para que cumpla la misma función del router.
Otra opción más moderna es acudir al Wi-Fi mesh, un router potente que funciona con múltiples nodos distribuidos en la casa. Es una manera de garantizar la distribución de la señal de Wi-Fi por toda la superficie, incluidos aquellos lugares en los que se puede dar un “punto ciego” de conectividad. Las compañías móviles que ofrecen esta posibilidad suelen ocuparse de la instalación de esta alternativa que suele ofrecerse sin costos adicionales.
El secreto de la actualización
El Wi-Fi necesita tener sus actualizaciones al día. Es otra condición necesaria para su buen funcionamiento dentro del hogar. Por ello, se sugiere mantener el firmware actualizado para asegurar su buen desempeño y protegerlo contra cualquier tipo de vulnerabilidad. Los especialistas recomiendan cambiar la contraseña cada determinados períodos de tiempo, además de desconectar de ese router aquellos dispositivos que no se estén utilizando, como smart TVs, cámaras de seguridad u otros dispositivos similares.

El Wi-Fi debe atender sólo a los dispositivos que necesitan de su conectividad para aprovechar su mejor desempeño. Cada equipo que está conectado al router equivale a una carga para el ancho de banda que debe distribuir dentro del hogar. Lo mejor es que sólo se mantengan con acceso a ese dispositivo los aparatos que lo necesitan para mejorar el rendimiento general.
El Wi-Fi es la mejor alternativa para llevar la conectividad eficiente a cada rincón del hogar. Se trate de planes de 100 MB, 300 MB o 600 MB, si recibe el mantenimiento adecuado y se lo ubica en el lugar indicado, la banda ancha funcionará con los mayores estándares de calidad.
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