El padre y el hijo, que estaban internados con graves quemaduras luego de la explosión de un gasoducto en Villa María, fallecieron este martes en el Hospital Córdoba.
El padre, Martín Mercado de 44 años, había sido ingresado al Hospital Córdoba con el 60% del cuerpo quemado. Murió en horas de la mañana. Mientras que su hijo, Dylan, de 18 años, falleció horas más tarde.

Los decesos ocurrieron una semana después del accidente, cuando una retroexcavadora rompió un ducto de gas, lo que provocó un incendio que consumió la vivienda de la familia. Por el hecho, se encuentra imputado, acusado del delito de “estrago culposo”, el operador de la máquina.
Los otros integrantes de la familia afectada presentaban distintos estados de salud. Dos hijos menores de edad se hallaban en el Hospital Pasteur de Villa María. La adolescente de 15 años estaba internada en una sala común, donde permanecía estable y con evolución favorable. Por su parte, el niño de 11 años continuaba en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP). En tanto, la madre de 47 años, se encuentra internada en una sala común, en el Hospital Córdoba.

QUÉ PASÓ
El incidente ocurrió poco después de las 16 horas del martes 28 de enero, cuando el trabajo de una retroexcavadora averió un gasoducto en cercanías del barrio Villa Albertina, produciendo una fuga de gas que alimentó un incendio con llamas de alrededor de 25 metros de altura.
Como consecuencia del viento, el fuego alcanzó a tres viviendas de un asentamiento ubicado a pocos metros de donde trabajaba la máquina. En una de ellas generó heridas de distinto tipo a cinco de los seis integrantes de una familia.
El episodio se produjo en el marco de la construcción de la avenida de Circunvalación que conecta las rutas provinciales 4 y nacional 9. Es un tramo de siete kilómetros, con dos puentes y una rotonda. El objetivo es completar el desvío del tránsito pesado de las zonas urbanas de Villa María y de Villa Nueva.
El lugar donde se produjo el hecho es un asentamiento que no cuenta con servicios básicos y que creció en los últimos años hasta quedar casi pegado a la obra de la circunvalación, ocupando terrenos que no hace mucho eran baldíos junto al ferrocarril.
El sector fue declarado zona de desastre por parte del Gobierno de Córdoba y, junto con la Municipalidad de Villa María, se anunciaron trabajos de remediación para las familias afectadas y su entorno.
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