Este miércoles, una nueva marcha de jubilados frente al Congreso de la Nación terminó, como viene ocurriendo hace semanas, con incidentes, empujones y represión por parte de la Policía Federal. Las fuerzas de seguridad intervinieron para evitar el corte de calles, aplicando el protocolo antipiquetes impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Entre los heridos se encuentra nuevamente el padre Francisco “Paco” Olveira, quien ya había sido agredido la semana pasada, y Nicolás Caropresi, integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

El episodio ocurrió en la intersección de las avenidas Rivadavia y Callao, cuando los manifestantes intentaban visibilizar su reclamo por mejoras en los haberes jubilatorios. Lo que comenzó con forcejeos escaló a una represión con gases lacrimógenos y golpes, dejando al menos una decena de heridos y dos detenidos, según fuentes presentes. Caropresi fue trasladado al Instituto Patria, ubicado a metros del Congreso, donde recibió atención médica. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien se encontraba en el lugar, se acercó para solidarizarse con él.
El padre Paco, cura conocido por su compromiso social, denunció la violencia policial: “Propuse rezar un padrenuestro, y cuando empezamos, nos empujaron y gasearon. Se ve que no quieren a Dios, ni a la Virgen, ni a su pueblo”. La semana pasada, Olveira también fue víctima de la represión y relató cómo intentó evitar la detención de un compañero: “Me agarré a él como una lapa, pero yo estoy libre y él no. La noticia no soy yo, son los jubilados que piden justicia social y reciben gas pimienta”.
El operativo, que incluyó a Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal, se desplegó desde temprano en la avenida Rivadavia, restringiendo el tránsito. Cuando los jubilados comenzaron a levantar carteles o intentaron rodear el Palacio Legislativo, los efectivos los empujaron con escudos hacia la vereda y las paredes. “Voy a volver hasta que esto se solucione. Estamos cansados de que nos fajen”, expresó un jubilado a los medios. Otro manifestante señaló que una empresa de transporte público desvió colectivos sin pasajeros para entorpecer aún más la protesta.
La situación de los jubilados sigue siendo crítica. La jubilación mínima es de $296.396, la Pensión Universal de Adulto Mayor (PUAM) alcanza los $237.116 y la Pensión No Contributiva, $207.477. A esto se suma un bono de $70.000, sin actualizar desde marzo de 2024. Además, en marzo de 2025 venció la moratoria previsional, dejando sin acceso a una jubilación a quienes no cumplieron los 35 años de aportes.

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