(Máximo Brizuela*). La palabra libertad es la más usada por el gobierno nacional, la expresan en cada comunicado, en publicación en redes sociales y todos los actos institucionales. Pero la misma o el sentido de la misma no puede ser moldeado de acuerdo a sus intereses, sus intolerancias y prejuicios.

Las expresiones homofóbicas del señor presidente, la deshumanización de todo los colectivos y sectores que disienten con su visión política, social y económica, no son de alguien que respete y crea en el verdadero sentido de la libertad.

Nuestro país necesita de unión, consenso y crear lazos para que la tolerancia nos permita vivir en armonía. La libertad para todos y todas no puede ser una cuestión selectiva, no puede converger permanentemente con la persecución de minorías disidentes, a todo el que piensa distinto.
Moderar los discursos y respetar al otro, es el camino que debemos transitar para reconstruir verdaderamente nuestro país. Es imposible hacerlo si existe un ataque permanente, porque anula cualquier espacio de discusión y de acuerdo, para que toda política perdure en el tiempo.
La movilización que se desarrollará mañana en distintos puntos del país es un acontecimiento que debe tomarse como un mensaje que haga reflexionar a todos, pero principalmente a quienes tienen responsabilidades institucionales.
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