En una audiencia cargada de tensión, la Justicia de San Isidro decidió apartar a la jueza Julieta Makintach del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, tras un escándalo desatado por la existencia de un documental en el que la magistrada tendría un rol protagónico. La recusación, solicitada por la fiscalía, se fundamentó en pruebas que incluyen el guion, el título y un “teaser” del proyecto audiovisual, presentado por el fiscal Patricio Ferrari.

La audiencia, que comenzó a las 10:30 de este martes, reunió a los siete acusados por el presunto homicidio simple con dolo eventual del astro argentino, fallecido el 25 de noviembre de 2020. Entre ellos se encuentran el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el médico Pedro Di Spagna, la coordinadora de Swiss Medical Nancy Forlini, el enfermero Ricardo Almirón y su jefe, Mariano Perroni. Todos comparecieron para conocer el rumbo de un proceso judicial ahora en jaque.
El escándalo estalló tras la denuncia del abogado Rodolfo Baqué, defensor de la auxiliar de enfermería Dahiana Gisela Madrid, quien reveló que al menos cuatro personas grabaron ilegalmente dentro de la sala judicial, presuntamente para un documental de la cadena británica BBC.
Videos filtrados muestran a Makintach siendo guionada por un equipo de producción durante el juicio, iniciado el 11 de marzo de 2024. Las imágenes incluyen tomas de la jueza ingresando al primer día de audiencia y extractos grabados dentro de la sala, algo estrictamente prohibido.
El fiscal Ferrari presentó pruebas contundentes: un guion titulado “Justicia Divina”, que detalla un proyecto de seis capítulos de media hora, abarcando reconstrucciones de la muerte de Maradona y momentos de la vida personal y profesional de Makintach. “Ofició de actriz y no de jueza”, acusó Ferrari, quien también tildó a la magistrada de “mentirosa” por negar su participación en el proyecto. En un video proyectado en la audiencia, Makintach admite haber sido contactada para un documental, contradiciendo sus declaraciones previas de que solo se trataba de “una entrevista con una amiga de la infancia”.
La jueza, visiblemente afectada, afirmó: “Espero que el juicio pueda seguir, aunque sea sin mí. No conocía este material y estoy tan sorprendida como todos”. Sin embargo, su descargo no convenció a los fiscales ni a los abogados defensores. Baqué, en un tono airado, la increpó: “Basura, ¿por esto me echaste?”. Los otros magistrados del tribunal, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, se desvincularon del caso, asegurando: “No tenemos nada que ver con esa filmación”.
Tras la recusación de Makintach, el futuro del juicio es incierto. Actualmente, se debate si el proceso se declarará nulo o si se retomará desde la audiencia preliminar de marzo de 2024. Mientras algunos proponen reemplazar solo a la jueza apartada, otros, como Verónica Ojeda, expareja de Maradona, exigen cambiar a todo el tribunal. Fernando Burlando, abogado de Dalma y Gianinna Maradona, abogó por sortear un nuevo juez y avanzar de manera exprés desde la audiencia del artículo 338. Similar postura expresó Julio Rivas, defensor de Leopoldo Luque, quien pidió retomar el proceso desde la etapa preliminar.
Las repercusiones del escándalo mantienen en vilo a las partes involucradas y a la opinión pública, que sigue de cerca un caso que combina el dolor por la pérdida de un ídolo con las irregularidades de un proceso judicial cuestionado.
Cabe recordar que el proceso busca determinar la responsabilidad de los siete acusados en el presunto abandono de cuidados que derivó en el fallecimiento del Diez. El apartamiento de Makintach añade un nuevo capítulo a un juicio que, lejos de esclarecer los hechos, se ve envuelto en un escándalo que pone en duda la imparcialidad del sistema judicial.
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