Federico Alessandri, el intendente de Embalse, fue muy crítico ayer con el presidente Mauricio Macri, que visitó la refuncionalizada central nuclear de Embalse, a la que se le extendió la vida útil, una iniciativa que requirió de una inversión de 2149 millones de dólares. Al jefe comunal de la localidad del Valle de Calamuchita no lo invitaron a la recorrida presidencial y tampoco le dan respuesta a sus demandas por el estado del complejo turístico de Embalse.
Inmediatamente emitió una serie de tuits en los que denuncia la desastrosa situación de la unidad turística, y acusa a Macri de ser responsable de esa realidad.
“Lamentamos y expresamos la profunda decepción al no haber sido invitados por autoridades de @Nucleoelectrica y #CentralNuclearEmbalse ante la visita del Sr. Presidente @mauriciomacri a nuestra ciudad #Embalse“, señala en el primero de ellos.
“Hubiese sido de suma importancia, poder compartir una charla e invitarlo a recorrer y a conocer nuestros abandonados hoteles de la Unidad Turística Embalse (UTE), que dependen del Gobierno Nacional @TurismoNacionAR“, afirma en el siguiente.
“La reactivación de UTE, debería ser el tema primordial en su agenda de visita a nuestro pueblo, porque implicaría la activación #laboral, el sustento diario, el #progreso y el #desarrollo tanto para Embalseños como para Calamuchitanos”, expresa luego el intendente.
“Por lo que no es posible comprender entonces, la ausencia en el gesto de compromiso ante el tema por el cual venimos levantando la voz desde hace mucho tiempo y que hoy más que nunca le compete a la gestión del Presidente”, indica más adelante Alessandri.
“Desde #Embalse seguiremos promoviendo diálogo y federalismo. Queremos ser escuchados. No nos pone triste el “ninguneo”. Nos pone triste la destrucción que su gestión @mauriciomacri hace de nuestra historia y de nuestra identidad”, denuncia finalmente.
LOS HOTELES DE EMBALSE
En los últimos años funcionan en Embalse, tres hoteles y cuatro están fuera de funcionamiento. Es un complejo de turismo social, que se ha deteriorado con el correr de los años y en el que no se hacen inversiones suficientes para mantener las unidades abiertas y para poner en funcionamiento al resto. En este momento, están habilitados los hoteles 7 y 4, que tienen capacidad para 148 plazas cada uno), y el 2, con más de 500 plazas.
Se estima que no trabajan más de 30 personas contratadas por los concesionarios para brindar servicio a los turistas. Mientras que el Estado sostiene una plantilla de 75 empleados, entre personal permanente y contratado, en tareas de administración, mantenimiento y servicios de salud.
El complejo depende de la Secretaría de Turismo de la Nación.
El complejo, de más de 300 hectáreas junto al lago, tuvo su esplendor entre las décadas de 1950 y 1980. En los ’90, comenzó una parábola descendente. Fue construido entre 1946 y 1951, durante el gobierno de Juan Domingo Perón.