El Gobierno informó este martes que a partir de febrero reducirá los impuestos a los autos importados de alta gama y los eliminará para los vehículos de gama media. A partir de esta medida, las unidades valuadas entre los $41.000.000 y $75.000.000 no tendrán que pagar el tributo, por lo que se estima que sus precios deberían bajar en esos dos segmentos, entre un 15 y un 20%.

La medida favorece la importación de vehículos por parte de las terminales, al reducir su valor de comercialización en el mercado interno, pasa a competir con la producción nacional, y tendrá impacto en la demanda de dólares.
Desde mediados de 2024, favorecido por el atraso cambiario, la participación de vehículos importados en el total de las ventas en el mercado interno crece con fuerza, en diciembre de hecho los últimos superaron a los locales, explicando un 54 por ciento de las ventas totales.

En el último mes, los patentamientos de vehículos nacionales crecieron 27,8 por ciento, mientras los importados ascendieron 170 por ciento, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).
“Se eliminarán los impuestos internos para los autos de entre 41 y 75 millones de pesos, que hasta ahora pagaban una alícuota del 20% y se reducirá la alícuota para los autos de más de 75 millones, del 35% al 18%”, informó el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de su cuenta de X.
También explicó que se bajarán a cero los aranceles para la importación de autos eléctricos e híbridos “de bajo precio FOB”.
El impuesto había surgido como un tributo para modelos de lujo, pero con el tiempo terminó afectando a casi el 80% de todos los autos nuevos que se vendían en la Argentina. Con estos cambios, volverá a funcionar como en sus inicios. Además, cambiarán los precios de los que entraban en la segunda escala así como de electrificados.
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