El dólar vuelve loco al país, pero una encuesta muestra que la mayoría no elige comprarlos

Los programas de la radio y la tele no dejan de hablar del dólar, de la devaluación, del traslado a los precios, de los negocios financieros que se pueden hacer si se compra ahora y se vende dentro de algunos meses. Los economistas se volvieron estrellas de los medios y las redes sociales y la bola verde, aparentemente, no para de crecer. El dólar se mete una y otra vez por nuestros ojos y oídos, pero pese a semejante despliegue mediático, el 95% de los cordobeses ni pestañea a la hora de elegir otra opción de inversión distinta a los billetes verdes de la primer potencia mundial para el caso de recibir una herencia de 5 millones de pesos. El trabajo de opinión pública permite acceder a una verdad oculta: los cordobeses (y probablemente) no queremos al dólar.

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La encuesta de la consultora Delfos realizada entre el 18 y el 28 de agosto de este año tiene 1800 casos en todo el territorio provincial. Es directa, individual y domiciliaria y tiene un error muestral de +/- 2,3%. Concluye que frente a la pregunta de qué harían si reciben una herencia de cinco millones de pesos, sólo el 5% correría a comprar dólares. En lugar de ello, la mayoría prefiere poner un negocio (en primer lugar), viajar (en segundo lugar) y hacer un plazo fijo (en tercero). Recién en el cuarto lugar se ubica el grupo que elige al dólar como deseo.

Aparece aquí otra cuestión que identifica o define el perfil sociológico nacional: pese a las aparentes ventajas de correr detrás del dólar o las inversiones financieras, prevalece la idea de la independencia laboral antes que la especulación financiera. Las finanzas, por cierto, están lejos de haberse hecho un lugar privilegiado por estas tierras.

Según el trabajo de Delfos, el 64% de los cordobeses responde que en caso de recibir una herencia de 5 millones de pesos, la invertiría en un negocio; el 11% haría un viaje; otro 6% la pondría en un plazo fijo y un 5% compraría dólares. Luego siguen:  un 2% que la guardaría en su casa, y 1% que la pondría en una caja de seguridad. El 9% no sabe qué haría y aparece un 1% que asegura que la depositaría en el exterior. Esto significa que el 99% de los cordobeses imagina su futuro dentro del país, no fuera, por eso ni evalúa sacar el dinero del país.

Al desagregar por el lugar donde viven, capital o interior, el 65% de los habitantes del interior lo invertiría en un negocio contra el 63% de los de la capital. Aquí aparece una diferencia entre los que viven en la capital respecto de los que habitan el interior:  los capitalinos se inclinan en mayor proporción por las inversiones financieras que los de tierra adentro: un 6% comprarían dólares frente a un 4% de los que tienen domicilio en el interior; y  un 7% de los cordobeses capitalinos pondría la herencia plazo fijo frente a un 5 por ciento de los cordobeses del interior. A la hora de viajar, la balanza se inclina para el interior por sobre capital: 12 a 9 por ciento. Entre los indecisos también prima el interior por sobre los cordobeses de la capital: 10 a 8 por ciento.

Por sexo, las mujeres eligen más que los hombres poner un negocio y viajar (65 a 63 por ciento en la primera opción y 12 a 9 por ciento en la segunda); y los varones prevalecen en la elección del destino financiero del dinero (7 a 4 por ciento en ponerla en un plazo fijo; y 6 a 4 por ciento por comprar dólares). Los indecisos son un 10 por ciento en ambos sexos.

Por nivel socioeconómico hay sorpresas: el 63% de los sectores medios pondría un negocio, contra un 55% de los pertenecientes a los sectores alto y bajo. Por viajar empatan con un 14% cada uno, los grupos alto y bajo, y el grupo medio selecciona la opción en un 11%. El plazo fijo es elegido mayoritariamente por el estrato más acomodado (8%), contra un 6% de los estratos restantes. El dólar será el destino elegido por el 8% de los miembros de la clase baja, contra el 6% de la alta y el 5% de la media.

Finalmente, por edades se vuelve más predecible el resultado: los más jóvenes desean poner un negocio y los más adultos imaginan viajar o no saben qué hacer con tanto dinero. El 70% del grupo etareo  de 30-49 años elige invertir en un negocio, contra el 51% de los que tienen más de 65 años. En viajes, se da vuelta la tortilla: un 17% de los +65 prefiere viajar, contra un 13% de los que tienen entre 50 y 65 años y uno 10% de los que se ubican entre 18 y 29 años.  Por los dólares se inclinan los que tienen entre 30 y 49 años: 7%. Los más 65 eligen esa variante sólo en un 4% de los casos.

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