El ex gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, el actual mandatario Martín Llaryora, el intendente de Córdoba, Daniel Passerini, y la diputada nacional, Natalia De la Sota, asistieron este lunes a una multitudinaria misa en homenaje al Papa Francisco, fallecido a los 88 años de edad. El oficio religioso fue celebrado frente a la Catedral de la Capital Provincial por el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi.

También estuvieron presentes los ministros de Gobierno, Manuel Calvo; Justicia y Trabajo, Julián López; Infraestructura y Servicios Públicos, Fabián López; Seguridad, Juan Pablo Quinteros; el titular del Tribunal Superior de Justicia, Luis Angulo, y la jueza del TSJ, Aída Tarditti, entre otras autoridades.

Rossi remarcó en su homilía “el compromiso del Sumo Pontífice con los más débiles. Nos hizo saber que otro mundo es posible, que el sistema económico basado en la idolatría del dinero enriquece a unos pocos y convierte a una gran mayoría en masas sobrantes”.
“Francisco nos previno de la autoreferencialidad, una Iglesia que se mira el ombligo: ‘Prefiero una iglesia herida por salir que enferma por cuidarse’, decía. Fue audaz, no se echó nunca atrás, por más que intentaron voltearlo con calumnias y con ataques. Y a los hombres de gobierno les recordó que su misión es cuidar la fragilidad del pueblo”, dijo el arzobispo.

El arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi.
Schiaretti señaló su “profunda conmoción por el fallecimiento del Papa Francisco, primer pontífice argentino que vivió los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor”. El ex gobernador y principal referente del Partido Hacemos, apuntó que “fue un líder del diálogo interreligioso, un promotor de la inclusión a través del amor y un defensor incansable de los más débiles; de pensamiento plural y de apertura; su compromiso con la justicia social y su humildad perdurarán como faro de esperanza para toda la humanidad”.
También preciso que “Córdoba recordará que, durante su papado, nuestro Cura Gaucho (José Gabriel Brochero) fue declarado santo, un orgullo no solo para la provincia sino para todos los argentinos. Que descanse en paz y que su ejemplo nos inspire y guíe siempre”.
En tanto, Llaryora afirmó luego de la misa que “Francisco fue un líder que defendió siempre la posibilidad de un mundo mejor. Un orgullo para los argentinos y para el mundo; su muerte es una pena”.
Por su parte, Passerini rescató la mirada humanística del Papa, y el “compromiso con la justicia social y la paz en el mundo. Es quizá el mandato más importante que nos deja a quienes tenemos una responsabilidad”.
De la Sota resaltó que “Francisco transformó mi vida, como la de millones, desde su sencillez y profundas convicciones. Su inmensa misión, la de mirar y atender a los pobres, a los que están solos y sufren, a los últimos, guiará a las próximas generaciones hacia un mundo más justo”.
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