Luego de no poder pagar los sueldos por falta de fondos suficientes durante varios días y cerrar la planta fabril durante tres días, la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) pidió este martes ante la Secretaría de Trabajo de la Provincia la apertura de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) por un periodo de seis meses. El plan de la compañía aeronáutica estatal es aplicar suspensiones, según las necesidades operativas, con el pago del 50% del salario neto.

La situación forma parte de un plan de ajuste puesto en marcha por el gobierno nacional, que no formalizó aún los contratos del Ministerio de Defensa con la empresa con sede en Córdoba. La situación impacta sobre 720 trabajadores que aún trabajan para la compañía -otros 200 fueron despedidos o se acogieron a retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas en 2024- y en una importante cadena de proveedores locales e internacionales, a los que la empresa adeuda alrededor de 16 millones de dólares.
Cabe recordar que FAdeA completó el pago de los salarios de abril recién a mitad de la semana pasada, luego de que no pudiera reunir los fondos necesarios para abonarlos en tiempo y forma. Ahora, con la solicitud del Procedimiento de Crisis se confirma que el problema no es coyuntural -problemas de caja-, sino una decisión oficial de hacer una nueva reestructuración operativa, que implicaría un nuevo ajuste y el alejamiento del viejo corazón de negocios -producción de aviones militares y desarrollo de la industria aeronáutica para la defensa-. En concreto, todo parece indicar que la empresa intentaría sobrevivir con el mantenimiento de aeronaves militares y comerciales y la fabricación de aeropartes para proyectos internacionales, como el KC390 de Embraer, o D328 Eco de Akaer. Actualmente, según los meses, los contratos con el Estado representaban entre el 80% y 90% de la facturación y el resto de las actividades, entre el 10 y el 20%. Es obvio que, sin los contratos con el Estado, la empresa queda en terapia intensiva.
La semana pasada el secretario General Adjunto de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Luis Heredia, en medio del conflicto por los salarios, había explicado que el problema que atravesaba FAdeA se debía a que “de la Nación no mandan fondos, no quieren las empresas del Estado, y dicen que se tiene que autosustentar sola hasta que se decida qué se hace, entonces, es un problema. El 80% de los ingresos son de Fuerza Aérea y un 20% de actividades para terceros y privados, como, por ejemplo, la fabricación de aeropartes para el KC390 de Embraer, que es un avión de transporte militar. Pero bueno, no es suficiente. La fábrica ha venido sacando de ahí, pero no alcanza. Lo que no firman son los contratos con Fuerza Aérea y, a veces, necesitas una inyección de plata del Tesoro Nacional, y eso es lo que no quieren. Ahí está el problema”.
Fuentes oficiales habían señalado que los contratos con la Fuerza Aérea Argentina ya habían sido aprobados, pero restaban formalizar y abarcaban tres partes: Mantenimiento militar de aviones Hércules; sistemas de armas de los aviones IA63 Pampa -modernización a la versión de Pampa III-; y provisión de componentes y accesorios. No están contemplados programas de fabricación del Pampa III ni del IA-100 (un avión de entrenamiento militar básico elemental). Con el Procedimiento de Crisis pedido por FAdeA parece quedar claro que los nuevos contratos no tendrían el volumen de los rubricados en las gestiones anteriores y se va camino a un ajuste operativo importante.

EL DOCUMENTO DE DEFENSA
La Voz del Interior publicó este martes un documento oficial del Ministerio de Defensa que califica a Fadea como “una empresa estratégica que enfrenta el desafío de reordenarse y proyectarse, tras años de gestiones ineficientes”. Y agrega que “a pesar del panorama (la actual dirección) intenta reorganizar y reactivar la empresa con medidas estructurales orientadas a garantizar su funcionamiento, proteger los puestos de trabajo y preservar su rol estratégico para el país”.
Dice también que la empresa plantea un escenario que combina “urgencia con ordenamiento estructural” e indica que, aunque se avanzó en nuevos negocios por fuera del Estado, eso no alcanza todavía para sostener la operatividad general.
Por último, el documento oficial afirma que los nuevos contratos con la Fuerza Aérea, actualmente en proceso de instrumentación, demorarán un plazo estimado de 45 días.
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