Una delegación argentina, liderada por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el viceministro de Economía, José Luis Daza, viajó esta semana a Washington para solicitar al Fondo Monetario Internacional (FMI) una dispensa (“waiver”) por no haber cumplido con la meta de acumulación de reservas establecida en el programa de Facilidades Extendidas (EFF) de u$s20.000 millones. La información fue publicada por el portal Ámbito en su edición de este viernes.

El pedido, que aún no ha sido aprobado, pero tiene altas probabilidades de serlo, busca destrabar un desembolso de u$s2.000 millones correspondiente a la primera revisión del acuerdo, aunque el receso estival del FMI podría retrasar la aprobación hasta septiembre.
El acuerdo con el FMI fijaba una meta de acumulación de u$s4.700 millones en reservas para el segundo trimestre de 2025, objetivo que el Gobierno no alcanzó debido a vencimientos de deuda, una estrategia de no emisión monetaria y restricciones autoimpuestas, como no intervenir en el mercado cambiario hasta que el dólar tocara los $1.000. A esto se sumó un déficit de cuenta corriente de u$s5.100 millones en la primera mitad del año, cinco veces superior a las proyecciones del FMI, en un contexto de inflación anual superior al 100%.
A pesar de este incumplimiento, el FMI destacó, a través de su vocera Julie Kozack, el “sólido desempeño” de la política económica del presidente Javier Milei. El superávit fiscal primario, que alcanzó los $6,9 billones a mayo (superando la meta de $6,07 billones), refleja un ajuste fiscal basado en recortes de subsidios, programas sociales y gasto público. Además, la reciente colocación de bonos BONTE por u$s4.000 millones permitió al Tesoro recomponer reservas sin recurrir al mercado cambiario, fortaleciendo la posición negociadora de Argentina.
La solicitud del “waiver” busca evitar que el incumplimiento de la meta de reservas descarrile el programa con el FMI. Las negociaciones, iniciadas la semana pasada en Buenos Aires con una misión técnica liderada por Bikas Joshi, fueron calificadas como “altamente constructivas”. El FMI reconoce avances en la consolidación fiscal y la reciente flexibilización del cepo cambiario, pero la demora en alcanzar el Staff Level Agreement (SLA) y el receso del organismo podrían postergar el desembolso hasta agosto o septiembre.
El historial del FMI con Argentina sugiere optimismo: en revisiones previas (2022, 2023 y 2024), se otorgaron dispensas similares cuando el país mostró avances en otras metas. Analistas como Claudio Loser y Daniel Marx consideran probable la aprobación, aunque podría implicar un ajuste en las metas de reservas futuras. Además, el respaldo de Estados Unidos, alineado geopolíticamente con Milei, podría facilitar la decisión en el Directorio del FMI, aunque países como Alemania, Japón y Países Bajos han expresado preocupaciones por la deuda argentina, que asciende a u$s41.000 millones desde 2018, más los u$s20.000 millones del programa actual.

A la incertidumbre por el “waiver” se suma el fallo judicial en Nueva York que obliga a Argentina a ceder el 51% de las acciones de YPF, con un costo potencial de u$s16.000 millones. Aunque no está directamente ligado a la revisión del programa, este litigio representa un riesgo para las reservas y el acceso a los mercados, un factor que el FMI monitorea de cerca.
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