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A lo Trump: Macri quiere restringir el ingreso de paraguayos, bolivianos y peruanos

Son siete de cada 10 migrantes que llegaron al país. Ayer, en Río Cuarto, se manifestó a favor de restringir el ingreso de extranjeros. La campaña 2019 está lanzada.

El gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, y el presidente Mauricio Macri se saludan en Río Cuarto. Foto: Prensa Gobierno de Córdoba.

El gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, y el presidente Mauricio Macri se saludan ayer en Río Cuarto. Foto: Prensa Gobierno de Córdoba.

“Queremos gente que venga a trabajar” dijo el presidente Mauricio Macri en Río Cuarto, en el Sur de la provincia de Córdoba y en el corazón de la región -la Pampa Húmeda- que lo aupó hasta la presidencia de la Nación en el ya lejano 2015. En sintonía con el rionegrino Miguel Ángel Pichetto (PJ neoliberal) planteó que está de acuerdo con que se debata en el Congreso una reforma migratoria.

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“Estoy de acuerdo, tenemos que debatir el manejo de lo migratorio en el país”, señaló el presidente en una conferencia de prensa en Río Cuarto, donde mantuvo una reunión de gabinete conjunta con el gobernador Juan Schiaretti.

La mayoría de los migrantes en Argentina son originarios de países limítrofes, personas que justamente llegan en busca de trabajo y mejores oportunidades. Nada diferente a lo que sucede en todo el planeta. Como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que insiste con levantar un muro en la frontera con México o que pone al Ejército para evitar el ingreso de centroamericanos por la frontera Sur de su país, Macri intenta frenar la inmigración latinoaméricana y con ello construir una peligrosa bandera política y electoral.

Agregó que en “en esta Argentina que madura, todo tiene que ser debatido, no tenemos que tener miedo de ver cómo son las reciprocidades: la Argentina es un país de una generosidad absoluta, pero a veces uno tiene la sensación de que somos demasiado generosos y abiertos frente a otras realidades”, remarcó.

Los presidente Macri y Trump y sus respectivas esposas, en Estados Unidos. Foto: Prensa Gobierno.

Macri es, paradójicamente, un hijo de la inmigración. Su padre, Franco, es italiano, nacido en Roma, el 15 de abril de 1930 y llegado al puerto de Buenos Aires en enero de 1949, junto con sus hermanos Pía -la madre de Angelo Calcaterra, el último dueño de la constructora SOCMA, nave insignia del clan familiar- y Antonio para vivir con Giorgio, el padre de los tres, que vivía en Argentina y se había quedado con la tenencia de los hijos en el divorcio de Lea Lidia Garlani, que viene a ser la abuela del presidente.

“Sin conocer el idioma, comenzó a trabajar como asistente en un obrador, donde renunció para irse a trabajar como albañil”, dice la biografía oficial del fundador de SOCMA. Sin embargo, Luis Majul en su libro Los dueños de la Argentina”(Sudaméricana, 1994) afirma que ninguno de sus amigos lo vio trabajar con una cuchara y un fratacho. Verdad o mito, en 1951 fundó su primera constructora y con el tiempo se convirtió en uno de los empresarios más grandes del país de la mano de la obra pública.

“Tenemos que replantearnos qué es lo que estamos haciendo y a la vez también poner como eje que queremos gente que venga con la vocación de trabajar, como nuestros abuelos cuando vinieron a este país, y protegernos frente a otros que tienen otro tipo intenciones que nos complican la existencia a todos y le dan un enorme trabajo a la ministra (Patricia) Bullrich”, afirmó.

Pichetto, el jefe del bloque de los gobernadores peronistas en el Senado, en sintonía con el planteo presidencial, había sido aún más violento contra las comunidades migrantes: “No se puede ser más el país idiota del continente”.

Por el mismo costado de la cancha se expresó otro Macri, Jorge, primo del presidente. “Todos los que sean honestos y vengan a laburar, bienvenidos”, afirmó días atrás en A24 y concluyó: “Pero si venís de vago y sos chorro, no”.

En Argentina, se estima que viven unos 2 millones de extranjeros, de los cuales 1.609.071 lograron su radicación en el país entre 2004 y 2015. El 83 por ciento de los migrantes se radican en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

En Argentina, se estima que viven unos 2 millones de extranjeros, de los cuales 1.609.071 lograron su radicación en el país entre 2004 y 2015. El 83 por ciento de los migrantes se radican en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.

Sin embargo, hubo momentos con mayor cantidad de población de extranjeros en el país y en relación al total de la población. Por ejemplo, en 1914 eran 2,2 millones de migrantes sobre un total de 5,5 millones de habitantes, esto es el 43,6%. En 1947, apenas finalizada la Segunda Guerra Mundial, 2,4 millones sobre 13,4 millones de personas en territorio argentino, un 17,9%. Y el pico se alcanzó en 1960, con 2,6 millones de habitantes originarios de otros países sobre una población de 17,4 millones de personas, un 14,94%.

En el primer cuatrimestre de 2016 ingresaron al país 25840 inmigrantes provenientes de tres países: Paraguay, Bolivia y Perú. Representaron el 72,42 por ciento de los 35.676 que habían ingresado en esos cuatro meses al país, según las estadísticas oficiales de la Dirección Nacional de Migraciones.

En el primer cuatrimestre de 2016 ingresaron al país 25840 inmigrantes provenientes de tres países: Paraguay, Bolivia y Perú. Representaron el 72,42 por ciento de los 35.676 que habían ingresado en esos cuatro meses al país, según las estadísticas oficiales de la Dirección Nacional de Migraciones.

De cualquier modo, el punto del discurso presidencial es la inseguridad. Macri apunta a ligar inseguridad con inmigración y a despertar un fantasma como el racismo, que en Argentina no ha tenido nunca el tamaño e influencia que si tiene en Europa y Estados Unidos y que nos ha permitido convivir.

Según las cifras oficiales del Ministerio de Justicia, en 2016 había 4307 presos extranjeros contra 67.157 nacionales. Es decir, un 6 por ciento del total.

Según las cifras oficiales del Ministerio de Justicia, en 2016 había 4307 presos extranjeros contra 67.157 nacionales. Es decir, un 6 por ciento del total. Mientras que los reclusos provenientes de otros países detenidos por delitos federales eran 2342 versus 8529 argentinos. Esto es, un 21,5%. En tanto, relacionados con drogas, había 1220 personas de origen extranjero privadas de su libertad contra 2476 nacidas en Argentina, lo que representa un 33%.

Para situarlo en su justa medida relativa, los 4307 presos extranjeros presos son el 0,21 por ciento del total de habitantes de otros países. Y del otro lado, la población penitenciaria nacional representa el 1,62 del conjunto de los hombres y mujeres nacidos en Argentina.

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